Para realizar el análisis de una oración compuesta hay que saber delimitar las proposiciones que la componen. En primer lugar hay que distinguir los distintos núcleos oracionales e identificar el nexo subordinante (en el caso de que lo haya). A partir de ahí habrá que delimitar la proposición subordinada, clasificarla según el tipo (sustantiva, adjetiva o adverbial) y averiguar cuál es su función. Para hacerlo es imprescindible dominar el análisis de la oración simple, así que si todavía no lo dominas quizás te convenga comenzar por un buen repaso de esa parte de los contenidos. Las fichas que vas a elaborar te servirán para reforzar lo que has estudiado y resultarán muy útiles a tus compañeros para comprobar hasta qué punto han asimilado todas estas cuestiones sintácticas.
Como podrás comprobar en el siguiente ejemplo, el uso de la herramienta que te proponemos es muy intuitivo. En primer lugar aparecerá una oración compuesta con una proposición resaltada en mayúsculas. Piensa de qué tipo de subordinada se trata (sustantiva, adjetiva o adverbial) y cuál es su función. Al pulsar la ficha podrás ver el revés de la misma con la respuesta. Indica si dicha respuesta coincide con lo que pensaste o si no fue así. Cuando termines, el propio recurso te indicará el porcentaje de respuestas acertadas que has obtenido.