Existe cierta libertad a la hora de realizar esta tarea aunque en las siguientes líneas encontrarás una serie de instrucciones y orientaciones sobre cómo diseñar el examen propuesto y la mejor forma de resolverlo.
Actividad 1
Ahora te toca a ti ser el profesor de Lengua y literatura y confeccionar un modelo de examen para este segundo trimestre.
1. El primer paso antes de comenzar a pensar en las preguntas del examen es la lectura y repaso de los temas pertenecientes a este bloque.
2. A modo de consejo, puedes anotar o esquematizar los principales contenidos tratados y que consideres que cualquier alumno de 2º de Bachillerato debería conocer.
3. El examen debe contener al menos dos textos: uno para determinar su tipología textual (científicos, humanísticos, jurídicos, administrativos, etc.) y las características que lo definen; y otro literario, que debe ser un fragmento de alguna obra de teatro y/o novela representativa de la literatura anterior a 1936. A partir de este/s texto/s debes plantear varias cuestiones -tanto de forma como de contenido- donde quede demostrado, con su resolución, la comprensión del texto literario así como los rasgos propios del autor y movimiento literario al que pertenece el texto seleccionado.
4. No debe faltar en esta prueba cuestiones gramaticales: clases de palabras, el léxico español así como preguntas de sintaxis. Con respecto a esto último, debes centrarte en las subordinadas adjetivas y adverbiales, incluyendo ejemplos de ambas subordinadas, variando el tipo de cada una de ellas y distinguiendo el nexo y las funciones sintácticas que cumplen dentro de la proposición principal.
5. La prueba debe contener entre cinco y siete cuestiones y no sobrepasar las dos caras de un folio.
6. Por último, debes puntuar cada pregunta o apartado según la consideración o importancia que le des a esos contenidos y la duración estimada para resolver cada pregunta, sabiendo que el total de los puntos debe sumar 10.
Actividad 2
Ahora vas a cambiar el rol de profesor a alumno y para ello tienes que realizar el examen que tú mismo has diseñado. Para que el resultado sea óptimo, te daremos unos cuantos consejos, que puedes aplicar también a las pruebas presenciales que se desarrollen de aquí a final de curso:
1. No contestes de forma teórica a las cuestiones planteadas. Aplica los contenidos tratados a los textos escogidos, argumentando en todo momento tus respuestas con ejemplos de los mismos.
2. No reproduzcas textualmente contenidos de Internet u otras fuentes sino que utiliza tus propias palabras. Imagínate una situación real de examen donde no tienes al alcance ningún recurso ni fuente de consulta.
3. La prueba debe entregarse conjuntamente, con las preguntas y respuestas en el mismo documento y, por supuesto, debe responderse a ordenador, no escritas a mano.
Actividad 3
De nuevo intercambiamos los papeles ya que queda el último paso de cualquier prueba: calificarla. ¿Te atreves? Ponle una nota del 1 al 10 (máximo, dos decimales) según tu propio criterio.