Para abordar convenientemente el estudio de los autores modernistas españoles, conviene recordar brevemente cuáles son las características esenciales de este movimiento:
- Nace en 1880 en Hispanoamérica con la intención de promover una renovación estilística que busca la belleza. Su máximo representante fue Rubén Darío. Su desarrollo alcanza hasta la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
- Los modernistas muestran su desacuerdo con el mundo que les rodea, adoptando una actitud de evasión (escapismo) en el espacio, en el que predomina el mundo oriental (exotismo), y en el tiempo, hacia un pasado medieval, dieciochesco..., así como la inclinación por lo mitológico. Ejemplos: podemos encontrar numerosas referencias a cisnes, dioses, ninfas, castillos, princesas, salones de Versalles...
- Relacionado con la necesidad de evasión y del afán por lo refinado, lo aristocrático…, se manifiesta también el cosmopolitismo: con ambientes donde se presentan culturas y costumbres de diversos países. Se observa, por ejemplo, en la fijación por París como inspiración de los poetas.
- Manifiestan rechazo a los valores de una burguesía, que valora la ciencia, la industria, el comercio..., en contraposición al esteticismo modernista.
- Los modernistas, al igual que en el Romanticismo, manifiestan una sensación de malestar, de desarraigo, y presentan el mundo de la fantasía, los sueños... El hastío, la tristeza, la melancolía y la angustia son temas esenciales. Ejemplo de todo ello lo podemos apreciar en la presencia de lo otoñal, el atardecer, la noche...
- El amor y el erotismo: los modernistas presentan la idealización de la mujer y del amor, con melancolía, o mostrando un erotismo desaforado: descripciones sensuales, referencias paganas, exóticas o parisinas.