Juan Ramón Jiménez, conocido como "el andaluz universal", nació en Moguer (Huelva) en 1881. Viajó a Madrid, donde coincidió con Francisco Villaespesa y Rubén Darío. Debido al fallecimiento de su padre sufrió una grave crisis emocional, por lo que tuvo que ser incluso ingresado en varias clínicas. En 1905 marcha a Moguer para buscar un lugar de retiro, y es entonces cuando vive su etapa más prolífica, escribiendo, entre otras obras: Elejías, Soledad sonora y Poemas májicos y dolientes (hay que recordar que Juan Ramón hace un uso especial de la ortografía, usando la letra j cuando normalmente se escribe g, pero con sonido fuerte: "jitano", "jente"). Más tarde vuelve a Madrid, a la Residencia de Estudiantes.
En 1914 publica la primera edición de su obra más conocida: Platero y yo, erróneamente vinculada al público infantil: "Yo nunca he escrito ni escribiré nada para niños, porque creo que el niño puede leer los libros que lee el hombre, con determinadas excepciones que a todos se le ocurren".
Dos años más tarde, se casa con Zenobia Camprubí Aymar, en Nueva York, que lo inspiró para escribir Diario de un poeta recién casado. Zenobia cumple un papel fundamental en su vida; con ella trabajó y colaboró en numerosos proyectos como el de traducir cuentos o impartir clases en la universidad de Maryland, EE.UU. Fue su compañera y un apoyo insustituible para el poeta.
Al comenzar la guerra civil española en 1936, abandonan España y residen en diversos países hispanoamericanos. En 1956 recibió el Premio Nobel de Literatura, acontecimiento que coincidió con la muerte de su esposa, solo tres días después, lo que le produjo un gran abatimiento; de hecho, el poeta falleció dos años más tarde en Puerto Rico, en 1958, aunque sus restos mortales descansan en Moguer.
En su obra poética se aprecian distintas etapas:
- Etapa sensitiva: desde sus comienzos hasta 1915, influido por el Romanticismo y el Modernismo.
- Etapa intelectual: entre 1916 y el comienzo de la guerra civil, en 1936.
- Etapa verdadera: desde 1936 hasta su fallecimiento.
En este tema, centrado en la lírica del Modernismo y la Generación del 98, nos centraremos en la primera etapa.
Ya desde edad muy temprana, con diecisiete años, tenemos constancia de poemas suyos. En esta etapa recibe las influencias de Bécquer y del Modernismo, apreciables en obras como: Almas de violeta y Ninfeas, en el año 1900. Años después publicará:
Arias tristes (1903)
Es su primer gran libro, del que Antonio Machado dijo: "Por él he pensado y he sentido y he llorado". En él, se aprecian, desde una forma sencilla:
- La soledad romántica: "No sé si habrá quien solloce...", "de su luna solitaria".
- La melancolía: "la noche triste, serena y callada".
- Los temas del paso del tiempo y la muerte: "Yo me moriré", "cerca de mi negra caja", propios del Modernismo, con una musicalidad más atenuada y mayor sobriedad en la adjetivación: "triste, serena y callada", "largo beso".
Yo me moriré, y la noche
triste, serena y callada,
dormirá el mundo a los rayos
de su luna solitaria.
Mi cuerpo estará amarillo,
y por la abierta ventana
entrará una brisa fresca
preguntando por mi alma.
No sé si habrá quien solloce
cerca de mi negra caja,
o quien me dé un largo beso
entre caricias y lágrimas. [...]
Jardines lejanos, (1904)
Se aprecia la misma línea en su obra. Observamos la sensibilidad propia del Romanticismo junto con la musicalidad modernista, destacando un tono triste y melancólico en sus versos.
En este fragmento del poema "Jardines dolientes", manifiesta el autor su tristeza y melancolía con palabras como: llorar, sueños violetas, lágrimas, tristezas...
[...]...Hay que llorar más que nunca,
hasta abrir todas las penas
románticas, esta tarde
de largos sueños violetas.
Hay que llorar, más que nunca,
lágrimas llenas de estrellas...
Por todas partes se ven
las flores y las tristezas.[...]
Entre 1908 y 1915 escribe Elejías, La soledad sonora y Poemas májicos y dolientes; que se pueden definir propiamente como modernistas en cuanto al color, lo sensorial, la adjetivación o el uso del verso alejandrino, pero con un carácter más intimista.
Analizando el siguiente poema de La soledad sonora observamos el serventesio en alejandrinos (versos de catorce sílabas con la rima ABAB); el sentimiento de soledad: "soledad de domingo",de tristeza:"¿Eres, como yo, triste, solitario"..., la nostalgia que se hace presente en todo el poema a través de las interrogaciones: "¿qué es lo que tu voz débil...?", usando un vocabulario que hace referencia a la tristeza y a la belleza:"hojas de oro y caídos jazmines".
Pájaro errante y lírico, que en esta floreciente
soledad de domingo vagas por mis jardines,
del árbol a la yerba, de la yerba a la fuente
llena de hojas de oro y caídos jazmines …,
¿Qué es lo que tu voz débil dice al sol de la tarde
que sueña dulcemente en la cristalería ?
¿Eres, como yo, triste, solitario y cobarde,
hermano del silencio y la melancolía?
Destacamos la aparición, en 1914, de Platero y yo, colección de verdaderos poemas en prosa.