Saltar la navegación

4.1.1.1. Renovación del realismo

Actividad 1

 Imagen en Wikimedia Commons de Ernst Ludwig Kirchner. Dominio público
Aunque el realismo se instala en la narrativa hispana hasta la década de los 50, prácticamente, con las obras de de Cela, Torrente o Laforet, hay que reconocer el intento de algunos autores, como es el caso de Baroja, por renovar el género.  Junto a sus obras, como la ya citada Camino de perfección, sus ideas sobre la concepción de la novela y estilo son  la clave para entender la trayectoria de muchos novelistas del momento. 
En el siguiente fragmento de "Prólogo casi doctrinal sobre la novela", perteneciente a su obra La nave de los locos, podemos ver algunas: 
"Hace algún tiempo, un profesor de Madrid decía en un periódico de provincias que la novela estaba llamada a desaparecer y que no podía interesar  a los lectores modernos la vida de una familia como los Rougon-Macquart o la existencia de  una mujer como madama Bovary. [...]  Generalizando el juicio simplista y un poco ramplón del profesor que niega la importancia espiritual de la novela, la literatura en general no tendría tampoco ninguna. 
¿Para qué ocuparse de las aventuras de un loco que no ha existido, como Don Quijote? ¿A qué hablar de los pensamientos de un neurasténico que tampoco ha existido, como Hamlet? 
[...] La novela debe encontrar la finalidad en sí misma —una finalidad sin fin—; debe contar con todos los elementos necesarios para producir su efecto; debe ser, en este sentido, inmanente y hermética. 
La novela cerrada, sin transcendentalismo, sin poros, sin agujeros por donde entre el aire de la vida real, puede ser, indudablemente, y con mayor facilidad, la más artística.[...] Hay, no cabe duda, la posibilidad de esa novela clara, limpia, serena, sonriente, sin nada atormentado; pero, por ahora, vemos la posibilidad y no el camino de realizarla. 
Aunque viéramos ambas cosas, la posibilidad y el camino, no sería fácil que los escritores que hemos comenzado la vida cuando triunfaban los apóstoles de la literatura social: Tolstoi, Zola, Ibsen, Dostoievski, Nietzsche, pudiéramos hacer obras claras, limpias, serenas, de arte puro. 
[... Pero] En la literatura, tampoco creo que esté todo dicho. Si un hombre de la imaginación viviera hoy, es posible que encontrara en las ideas actuales grandes elementos para urdir nuevas intrigas literarias; el que en la hora actual no haya escritores de imaginación poderosa, no quiere decir que no haya posibilidad de inventar. 
[...] La novela, hoy por hoy, es un género multiforme, proteico, en formación, en fermentación; lo abarca todo: el libro filosófico, el libro psicológico, la aventura, la utopía, lo épico; todo absolutamente."
¿De qué nos habla Baroja? ¿Es posible seguir las ideas del "profesor de Madrid en un  periódico de provincias"? ¿A quién se referirá con ese apelativo? ¿Cuál es la idea de la novela de Baroja?
 

En estas novelas falta muchas veces unidad argumental, pero esta estructura deshilvanada  frecuentemente refleja la visión del mundo del autor como algo confuso, caótico, sin sentido, como la corriente de la Historia, como la misma vida que no tiene principio ni fin, que no acaba nunca. Por otra parte,  en el caso de Baroja sobre todo, se sacrifica siempre la estructura de la acción a la verdad, a la libertad de sus tipos. De cualquier forma, aparte del estilo, hay dos factores que dan unidad a los relatos barojianos: el ambiente y el ritmo. Baroja es un realista, pero no en el sentido más corriente del término; capta lo que es esencial y característico para él, y en este sentido sus novelas rezuman subjetivismo.

En la misma línea renovadora se mueven otros autores menos conocidos, pero con un gran bagaje novelístico:

  • Wenceslao Fernández Flórez (1885-1964).

Emplea la fórmula en algunas de sus novelas, aunque incorpora un humorismo ácido que conlleva una visión pesimista y demoledora de la vida. Esta visión sarcástica del mundo está teñida de comprensión y sentimiento. Entre sus obras destaca Volvoreta (1917); Ha entrado un ladrón (1920); El malvado Carabel (1931), y algunas novelas realistas con humor: Relato inmortal (1924), El hombre que se compró un automóvil (1932). Sus novelas también abarcan la crítica social: El secreto de Barba Azul (1923); Las siete columnas (1926). Tras la guerra publica un relato lírico, El bosque animado (1943), su obra preferida.

  • Manuel Ciges Aparicio (1873-1936).

Valenciano de nacimiento, es una figura olvidada. Fue republicano y gobernador de Ávila, donde lo fusilaron. Ciges aúna el reportaje periodístico y la narración novelesca. Escribió cuatro obras de carácter autobiográfico: El libro de la vida trágica: El cautiverio (1903); El libro de la vida doliente: El hospital (1906); El libro de la crueldad: Del cuartel y de la guerra (1906); El libro de la decadencia: Del periodismo y de la política (1907); del mismo tipo es La lucha en nuestros días que consta de dos novelas: Los vencedores (1908) y Los vencidos (1910).

  • José López Pinillos (1875-1948).

La crítica lo ha tachado de truculento, exagerado y tremendista, porque buscaba el efectismo. Entre sus obras se mencionan La sangre de Cristo (1907), Doña Mesalina (1910), su mejor novela: su protagonista es una maestra rural, cebo sexual de los hombres del pueblo. En ambas novelas describe una sociedad bárbara. Es también autor de Las águilas (1911) y la novela corta Cintas rojas.

Actividad 2

Completa el crucigrama siguiente.

Horizontales:

1. Nombre propio de Fernández Flórez.
2. Autor de La sangre de Cristo, de 1907.
3. Novela de Ciges de 1910, Los...

    Verticales:

    1. Obra de López Pinillos de 1910, Doña..
    2. Obra preferida de Fernández Flórez, El bosque...
    3. Republicano y gobernador de Ávila.
              1                  
                  2            
    1 3        
                           
              2
                           
                           
        3        
                             
                                 

    Habilitar JavaScript