Como hemos podido comprobar, entre el Modernismo y la Generación del 98 existen notables diferencias, tanto en aspectos formales, como temáticos, pero también habría que señalar que se pueden encontrar puntos comunes; entre ellos cabe destacar los siguientes:
- Ambos movimientos artísticos convivieron en la misma época, desde finales del siglo XIX hasta principios del XX.
- Su intención se centró en reflejar la crisis de finales del siglo XIX, mostrando su insatisfacción ante la realidad.
- Muestran rechazo a la literatura realista y anhelan una renovación social y estética.
- Presentan una tendencia hacia el subjetivismo en contraposición el escepticismo y el relativismo anterior.
- El deseo por el cambio se aprecia en su espíritu de rebeldía, como se puede apreciar en sus intervenciones en la política, como las del modernista José Martí o Unamuno y Azorín en la Generación del 98.
En cuanto a los autores podemos apreciar también similitudes:
- Todos se encontraron en Madrid, en los "cafés literarios", donde presidían diversas tertulias.
- Coincidían en ideas, intereses y estilos, generalmente procedentes de Europa.
- Eran críticos al régimen de la Restauración.
- Participaron en proyectos editoriales comunes y colaboraron en suplementos culturales de la prensa diaria.
- Organizaron actos solidarios.
- Hay, además, autores que escriben en las dos corrientes:
Valle-Inclán con sus versos modernistas en las Sonatas, y una de las obras más relevantes de la Generación del 98: Luces de bohemia.
Antonio Machado, que escribe Soledades, que presenta rasgos modernistas, y Campos de Castilla, claro ejemplo de la literatura de la Generación del 98.