Actividad 1
Los tres hablan la misma lengua, el castellano. Sin embargo, ¿emplearán todos el mismo lenguaje?
Los tres hablan la misma lengua, el castellano. Sin embargo, ¿emplearán todos el mismo lenguaje?
Sin embargo, continuando un poco con esta misma reflexión, independientemente de cuál sea nuestro nivel del lenguaje, no tenemos que olvidar nunca nuestra competencia comunicativa, que es la que nos orientará sobre qué registro debemos emplear dependiendo de la situación en la que se establezca la comunicación y de quién sea nuestro receptor.
Miren cómo resume el escritor Francisco Ayala, en su obra Palabras y letras, este concepto:
[...] No se habla lo mismo en el salón que en el cuartel, en la familia que entre estudiantes, o en una reunión política, o en la iglesia, o en la discoteca. Automáticamente, cada cual se adapta a las circunstancias del caso y habla de acuerdo con las normas pertinentes: tan impropio resulta el empleo en la intimidad familiar de un lenguaje cuidado, escogido, remilgado, como la expresión grosera en medio de un acto de académica u oficial solemnidad. Sin salirnos del sistema de nuestra lengua común, todos somos plurilingües, y cambiamos de lenguaje conforme cambiamos de ambiente [...]
Imagen de martius en Flickr. Licencia Creative Commons |
Te proponemos la lectura de este fragmento de El Quijote, de Miguel de Cervantes. En él don Quijote se dirige a unas prostitutas, a las que confunde en su locura con unas damas, de la siguiente manera:
[...] —Non fuyan las vuestras mercedes, ni teman desaguisado alguno, ca a la orden de caballería que profeso non toca ni atañe facerle a ninguno, cuanto más a tan altas doncellas como vuestras presencias demuestran.
Mirábanle las mozas y andaban con los ojos buscándole el rostro, que la mala visera le encubría; mas como se oyeron llamar doncellas, cosa tan fuera de su profesión, no pudieron tener la risa y fue de manera que don Quijote vino a irritarse y a decirles:
—Bien parece la mesura en las fermosas, y es mucha sandez además la risa que de leve causa procede; pero non vos lo digo porque os acuitedes ni mostredes mal talante, que el mío non es de otro que de serviros.
El lenguaje, no entendido de las señoras, y el mal talle de nuestro caballero acrecentaba en ellas la risa, y en él el enojo, y pasara muy adelante si a aquel punto no saliera el ventero [...] (Texto adaptado).