3.3.3.3.7. Complementos circunstancial y predicativo

Complementos no exigidos por el verbo

Hemos visto que, cuando abordamos las sintaxis desde el significado de las cosas, podemos anticipar la estructura semántica del verbo y, por ende, de la oración. Este método distingue esos complementos exigidos por el verbo, llamados también argumentos, de los que son mera información extra sobre las circunstancias en que se da la acción y el estado en el que se encuentran los involucrados en ella en el momento en que sucede. A este otro tipo de complementos los llamamos circunstanciales y predicativos.

Complementos circunstanciales

Los complementos circunstanciales nos aportan información adicional sobre el lugar, tiempo, modo, cantidad, causa, etc., de la acción. Se construyen con sintagmas o grupos adverbiales o preposicionales y oraciones subordinadas adverbiales.

Caterina llegó tarde → complemento circunstancial de tiempo (sintagma adverbial)
Caterina llegó con Enrique → complemento circunstancial de compañía (sintagma preposicional)
Caterina llegó corriendo → complemento circunstancial de modo (oración subordinada adverbial)

Complementos predicativos

Los complementos predicativos nos transmiten el estado en el que se encontraba el sujeto o el complemento directo en el momento de la acción. Siempre son sintagmas o grupos adjetivales que concuerdan en género y número con el elemento al que complementan (la terminación en -ivo de las palabras predicativo y adjetivo es un buen truco nemotécnico para recordar este detalle). Podrían "desgajarse" de la oración y expresarse en otra oración con el verbo estar:

Llegué a casa cansada → Llegué a casa. Estaba cansada → C. Predicativo que indica el estado del sujeto en el momento de llegar.
Él compró la bici usada → Él compró la bici. Estaba usada → C. Predicativo que indica el estado del CD en el momento de comprarlo.

El predicativo responde a la pregunta ¿Cómo estaba el... sujeto / complemento directo de la oración... cuando... verbo de la oración?:

Llegué a casa cansada → ¿Cómo estaba yo cuando llegué? -Cansada.
Él compró la bici usada → ¿Cómo estaba la bici cuando la compró? -Usada.

Estamos ya en el paso 5 de nuestro método de análisis. Retomemos desde el principio:

Paso 1: comprensión del enunciado y anticipación de la estructura semántica del verbo

Localiza el verbo y subráyalo: Ayer tu hermana me devolvió roto el espejo. Piensa en su estructura semántica: alguien (le) devuelve algo a alguien. Con ella haz una hipótesis de qué funciones encontrarás en la oración: S+V+CD+CI.

Paso 2: identificación del sujeto y aplicación de la prueba de concordancia

Seguimos buscando y comprobando los elementos de la estructura que hemos anticipado (S+V+CD+CI) y siempre empezamos por el sujeto, si hay. Como sabemos, el sujeto es el elemento que concuerda con el verbo:

Ayer tu hermana me devolvió roto el espejo → Ayer tus hermanas me devolvieron roto el espejo.

Después de la prueba de concordancia, divido sujeto y predicado.

Paso 3: identificación del CD y aplicación de la prueba de "lo + verbo en participio =____"

Una vez hallado el sujeto, buscaremos el complemento directo, siguiendo los pasos en este orden rigurosamente. Hacemos la prueba propia del CD:

Lo devuelto = el espejo

Paso 4: Busca el resto de complementos requeridos por el significado del verbo: CI, CR, CAg y Atr

Como hemos dicho, nunca debemos buscar un CI antes de haber encontrado o descartado un posible CD. En el ejemplo que estamos analizando, desde el paso 1 anticipamos en nuestra estructura semántica que encontraríamos un CI en la oración y, en el paso 3, identificamos ya su CD. Quedan muy pocos elementos sin analizar en la oración y sabemos que estamos buscando el elemento que se identifique con "a alguien" en la estructura "alguien (le) devuelve algo a alguien". Veamos qué nos queda disponible en la frase del ejemplo para localizar nuestro CI:

Ayer tu hermana me devolvió roto el espejo

Es obvio que me es el elemento que cumple la función de "a alguien" en la oración anterior, porque efectivamente yo soy quien se ve indirectamente afectado por la acción "devolver el espejo" y, para mayor seguridad, estoy representado por uno de los pronombres propios del CI en la oración: me.

Paso 5: Comprueba si hay información extra en complementos circunstanciales o predicativos

Cuando hemos terminado de encontrar y comprobar todos los elementos que habíamos anticipado en la estructura semántica del verbo, si aún quedan elementos sin analizar en la oración, SOLO pueden ser dos cosas: complementos circunstanciales o complementos predicativos. La distinción entre ellos dos es fácil, tanto desde el punto de vista de la semántica (unos dan información sobre el verbo, otros sobre el estado del sujeto o el CD), como del de la morfosintaxis (unos son sintagmas o grupos preposicionales o adverbiales u oraciones adverbiales; otros son sintagmas o grupos adjetivales o nominales que concuerdan en género y número con el sujeto o el CD). Veamos nuestro ejemplo:

Ayer tu hermana me devolvió roto el espejo

Los componentes de estructura semántica de devolver (S, CD y CI) ya han sido identificados, pero aún sobran dos palabras en la oración sin analizar: ayer y roto. Como hemos dicho, en este punto del análisis, lo que sobre en la oración solo pueden ser circunstanciales o predicativos. En el ejemplo, es evidente que ayer es un sintagma adverbial con función complemento circunstancial de tiempo y que roto es un sintagma adjetival que concuerda en género y número con el CD y que cumple la función de predicativo (nos dice el estado del espejo en el momento de ser devuelto).

Los complementos circunstanciales pueden ser oraciones

Desde el punto de vista de su forma, los complementos circunstanciales pueden ser sintagmas o grupos adverbiales o preposicionales y oraciones subordinadas adverbiales. No forman parte de la estructura semántica del verbo, pero su función es dar información adicional sobre él: el lugar o el tiempo en los que ocurre la acción, el modo en el que sucede o la cantidad, el instrumento o la compañía con los que se ejecuta, la causa o la finalidad por las que se actúa... Veamos ejemplos en la tabla:

Oración	Argumentos de cortar (S+V+CD)	Tipo de circunstancial	Forma del circunstancial
Elisa corta el pan muy tarde	S (Elisa) y CD (el pan)	CC Tiempo	Sintagma adverbial
Él cortó queso cuando nos fuimos	S (Él) y CD (queso)	CC Tiempo	O.Subordinada adverbial
El chico corta judías en la cocina	S (El chico) y CD (judías)	CC Lugar	Sintagma preposicional
¡Cortó setas tóxicas donde cocinamos!	S (omitido) y CD (setas tóxicas)	CC Lugar	O.Subordinada adverbial
Mi tía corta leña con un hacha	S (Mi tía) y CD (leña)	CC Instrumento	Sintagma preposicional
Los niños cortan el césped con mamá	S (Los niños) y CD (el césped)	CC Compañía	Sintagma preposicional
El charcutero corta cecina así	S (El charcutero) y CD (cecina)	CC Modo	Sintagma adverbial
El charcutero corta lacón corriendo	S (El charcutero) y CD (lacón)	CC Modo	O.Subordinada adverbial
Jon corta salchichón para la merienda	S (Jon) y CD (salchichón)	CC Finalidad	Sintagma preposicional
Joan corta fruta para comer	S (Joan) y CD (fruta)	CC Finalidad	Sintagma preposicional
Juan corta tomate porque le encanta	S (Juan) y CD (tomate)	CC Causa	O.Subordinada adverbial
Xoán corta jamón a diestro y siniestro	S (Xoán) y CD (jamón)	CC Cantidad	Sintagma preposicional

Esta distinción entre argumentos del verbo y circunstancias en las que se da se puede ilustrar con la metáfora del chroma key o pantalla verde que utilizan en televisión y cine para agregar fondos diferentes a una escena. En la industria del cine podemos producir escenas de acción grabando, por un lado, la acción, y, después, agregando con un ordenador el contexto de esa acción. Por ejemplo, grabamos en un estudio a un actor dando un gran salto con todas las medidas de protección. Luego, a ese material, que es la acción de saltar, le añadimos un fondo de volcán en erupción, o de acantilado en el mar, o de puente desmoronándose... Lo editemos como lo editemos, la acción será saltar y su estructura semántica siempre exigirá un sujeto que salte, pero las circunstancias en las que se produzca ese salto pueden variar tanto como queramos y podemos detallarlas más o menos. Ilustramos esta comparación con el siguiente collage de imágenes en el que vemos la acción regalar (que siempre implica los mismos tres argumentos: sujeto, CD y CI) en contextos muy variados (las circunstancias de la acción):

Se ve la silueta de una escena en la que un niño regala una flor a una mujer repetida en 9 imágenes distintas: un salón, un bosque, una playa, etc. — Teresa Álvarez-Garcillán. *Regalar* (Dominio público)

Por esta razón, los complementos circunstanciales aparecerán fácilmente en nuestro análisis una vez hayamos terminado de identificar todos los argumentos exigidos por el verbo. Recordemos: si en ese punto sobran palabras sin analizar en la oración, solo pueden ser circunstanciales o predicativos. ¿Pueden estar expresados por oraciones, además de por sintagmas o grupos? Tal y como hemos visto ya, sí pueden. Se tratará, en este caso, de oraciones subordinadas adverbiales con función de complemento circunstancial.

Los complementos predicativos ¿pueden ser oraciones?

Como hemos dicho ya, los complementos predicativos nos transmiten el estado en el que se encontraba el sujeto o el complemento directo en el momento de la acción y son expresados por sintagmas o grupos adjetivales que concuerdan en género y número con quien complementan.

Los complementos predicativos pueden, no obstante, ser oraciones, pero en esta etapa educativa nos limitamos a enseñar los que son adjetivos. Dejamos un ejemplo ilustrativo para poder reflexionar:

María entró a casa silbando → María entró en casa. Estaba silbando → Complemento predicativo que indica el estado del sujeto en el momento de entrar en casa.

Como hemos visto en la oración anterior, el predicativo puede ser una oración subordinada, pero en el aula de secundaria este tipo de caso se suele analizar como un complemento circunstancial de modo.

Actividad 1

En las siguientes oraciones, di si el complemento subrayado se trata de un regido (y, por tanto, un argumento exigido por la estructura semántica del verbo con una preposición obligada) o un circunstancial (información extra sobre las circunstancias en la que se da la acción):

Mi mejor amiga se olvidó de mi cumpleaños.
Pelearon por el premio.
Pelearon por el camino.
Compramos algunas camisas en la tienda.
Más tarde me acordé de su nombre.
Estaban en Marruecos de vacaciones.
Se desplazaban en camello.
Su novio se arrepintió de todo.
Mario insistía en aquel asunto una y otra vez.
Se enamoró de Julia en aquel preciso instante.
Manuel nunca se atrevía a nada.
Yo voy a casa por ese camino.
Viene al trabajo por el atajo.
Esteban se fijó en sus labios rojos y carnosos.
Rodrigo se atuvo a las consecuencias de sus actos.
Laura soñó con elefantes verdes.
Almudena siempre confía en sus instintos.

Actividad 2

Determina la función sintáctica que desempeñan los complementos subrayados, distinguiendo bien entre complementos del nombre, complementos circunstanciales de modo y complementos predicativos (cómo está el nombre en el momento de la acción del verbo):

Encontré rota la maleta de mamá.
Encontré la maleta rota de mamá.
Esa momia se ha conservado intacta durante cientos de años.
Mi abuela se conserva estupendamente a su edad.
Han aparecido impresas en la roca extrañas pisadas de un ser antiquísimo.
Han aparecido de repente en la roca extrañas pisadas.
Todos los asistentes escucharon atentamente el sermón del sacerdote.
Todos los asistentes escucharon atentos el sermón del sacerdote.
Los soldados aguantaron silenciosa y estoicamente la arenga del coronel.
Los soldados aguantaron impasibles e impotentes la arenga del coronel.
Lo veo muy brillante.
La fiesta terminó aburrida.
El pescador miró incrédulo lo que colgaba del anzuelo.
¿Encuentras demasiado complicada esa solución?