En la obra poética de Rubén Darío destacan tres obras: Azul, Prosas Profanas y Cantos de vida y esperanza.
- Azul, de 1888, en un principio, no gozó de gran éxito, pero la crítica positiva que realizó Juan Valera desde España lo ayudó a su consagración como escritor. En esta obra hay también relatos en prosa como el del "Rey burgués", en el que el autor muestra su desacuerdo con la burguesía. Fue su primera gran obra y refleja la influencia francesa en sus versos, cargados de sensualidad. Eligió ese título porque es "el color del ensueño, del arte, un color homérico y oceánico”.
«[...]Oh, reina rubia! –díjele–, mi alma quiere dejar su crisálida
y volar hacia ti, y tus labios de fuego besar;
y flotar en el nimbo que derrama en tu frente luz pálida,
y en siderales éxtasis no dejarte un momento de amar» [...].
("Venus", Azul)
- Prosas profanas, 1896, es su obra de madurez que representa la esencia del Modernismo: musicalidad, color, exotismo... En sus poemas, reflexiona, así, sobre la vida y la muerte, la poesía, el arte... y especialmente sobre el amor y el erotismo. En sus versos encontraremos ambientes refinados, hadas, princesas, seres mitológicos, jardines, cisnes...
Era un aire suave, de pausados giros;
el hada Harmonía ritmaba sus vuelos;
e iban frases vagas y tenues suspiros
entre los sollozos de los violoncelos.
Sobre la terraza, junto a los ramajes,
diríase un trémolo de liras eolias
cuando acariciaban los sedosos trajes
sobre el tallo erguidas las blancas magnolias.
La marquesa Eulalia risas y desvíos
daba a un tiempo mismo para dos rivales,
el vizconde rubio de los desafíos
y el abate joven de los madrigales. [...]
Fragmento de "Era un aire suave", Prosas profanas
- Cantos de vida y esperanza, 1905, es un libro en el que Darío invita a la unidad de los pueblos hispanos frente al mundo anglosajón. Es su obra más íntima y vital, pues,en ella, se refleja cómo las reminiscencias de lo vivido le producen cierta nostalgia y melancolía ante el paso del tiempo. Es su obra más sobria.
Yo soy aquel que ayer no más decía
el verso azul y la canción profana,
en cuya noche un ruiseñor había
que era alondra de luz por la mañana.
Fragmento de Cantos de vida y esperanza
