Antonio Machado nace en Sevilla, en 1875, un año más tarde que su hermano Manuel. Siendo niño su familia se traslada a Madrid, donde estudia en la Institución Libre de Enseñanza. Cuando tenía dieciocho años, fallece su padre y poco después su abuelo, por lo que pasan dificultades económicas y Antonio trabaja como actor de teatro. En 1899 se traslada a París con su hermano, donde ejerce como traductor y donde tuvo la ocasión de conocer a Rubén Darío.
En Madrid vuelve a colaborar en la revista Helios. En 1903 publica Soledades, obra que le permite empezar a mostrar el poeta que era. En 1907 obtiene la cátedra de francés en el Instituto de Soria, donde pasa una época esencial de su vida. En 1909 se casa con Leonor Izquierdo y se marchan a París, hasta que ella enferma de tuberculosis y vuelven a Soria, donde morirá en 1912. Antonio, desolado, se traslada a Baeza y después a Segovia. Al igual que su hermano, es nombrado miembro de la Real Academia Española. En 1938 se refugia en Francia con su madre, en Collioure, donde muere en 1939. Su madre lo haría tres días después.
En su obra podemos observar algunos textos en prosa, destacando Juan de Mairena, una serie de artículos que publicó en prensa en los que comenta las reflexiones de Mairena sobre filosofía, la belleza o cuestiones políticas.
Sin embargo, en el género que verdaderamente destaca Antonio Machado, es en la poesía: "La poesía es el diálogo del hombre, de un hombre, con su tiempo". En su evolución poética apreciamos diversas etapas:
- Modernista: en ella escribe Soledades (1903), "ese modernista del año tres", título que se cambió después a Soledades, galerías y otros poemas en 1907. El Modernismo que encontramos es tenue e intimista, con reminiscencias de los románticos Bécquer o Rosalía de Castro, y en estos poemas trata los temas del tiempo, la muerte y Dios:
Anoche cuando dormía
[...] Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.
Con recuerdos de paisajes:
A orillas del Duero
[...] Pasados los verdes pinos,
casi azules, primavera
se ve brotar en los finos
chopos de la carretera
y del río. El Duero corre, terso y mudo, mansamente.
El campo parece, más que joven, adolescente.[...]
Y de su infancia, destacando la soledad o la melancolía. Recordemos el poema "Recuerdo infantil", en el que rememora el aula de un colegio al traer a la memoria, con notas de nostalgia, los días transcurridos en este espacio: "Y todo un coro infantil / va cantando la lección".
Recuerdo infantil
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales. [...]
Y todo un coro infantil
va cantando la lección;
mil veces ciento, cien mil,
mil veces mil, un millón.
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.
Destacan también los símbolos, elementos característicos de Machado, con los que expresa su estado de ánimo. Algunos de ellos son:
- La tarde: momento de reflexión, melancolía...
- El agua: cuando mana de una fuente o está en movimiento simboliza "vida"; si está estancada, "muerte".
- El mar: representa la muerte.
- Los caminos o la noria: estos símbolos evocan el paso del tiempo.
- Las galerías: la conexión con lo espiritual, con el alma.
- Los sueños: el conocimiento, la verdad..
- El jardín: la intimidad.
En los siguientes versos podemos encontrar algunos ejemplos:
El limonero lánguido suspende
El limonero lánguido suspende
una pálida rama polvorienta
sobre el encanto de la fuente limpia,
y allá en el fondo sueñan
los frutos de oro...
Es una tarde clara,
casi de primavera, [...]
Yo voy soñando caminos
Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
-la tarde cayendo está-.
Resumiendo su etapa modernista en su obra Soledades, galerías y otros poemas, podremos concluir:
- En Antonio Machado apreciamos la temática existencial: la vida, la muerte, Dios...
- Son muy importantes en su poesía los símbolos: la tarde, el agua, el camino...
- Destaca la presencia de la naturaleza en los paisajes.
- En el apartado reservado a los poetas de la Generación del 98 retomaremos a Antonio Machado, que también cultivó poemas de esta tendencia. Será en este periodo cuando encontraremos algunas de sus mejores composiciones poéticas.