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1.4.3. Textos argumentativos

Argumentación: entrevista entre Barak Obama y Dalai Lama

Imagen de janeb13 en Pixabay

Licencia CC0 Dominio público

Una vez localizada la información sobre un tema de nuestro interés, podemos formarnos una opinión personal sobre el tema. Ahora estamos en disposición de difundir esa postura ante otros. Ahora ya el propósito no será, simplemente, informar sobre el tema, sino convencer a los demás de que lo que opinamos es lo cierto; es decir, quiere hacer una argumentación.

¿Qué elementos debería incluir un texto de este tipo?

  1. Presentación de una tesis (tema sobre el que se va a trabajar).
  2. Argumentos a favor o en contra.
  3. Conclusión.

Muy importante

Para que tu argumentación sea eficaz, ten siempre presente al receptor de la misma. No podrás convencer a alguien cuyas ideas sean radicalmente opuestas a las tuyas.
En esta presentación (diapositivas 22-32) tienes información sobre los textos argumentativos. Se hace especial incidencia en los tipos de argumentos que pueden emplearse en la defensa de una tesis o idea.

 

Aquí tienes un posible texto argumentativo. Vamos a analizar sus características básicas, deteniéndonos, además, en la localización de los rasgos lingüísticos propios de este tipo de textos.

El idioma de España recibe dos denominaciones: castellano y español. La primera de ellas procede de la comunidad lingüística que la hablaba en la Edad Media (Castilla). La segunda es bastante reciente. Según la RAE ambos términos son sinónimos. Sin embargo, los hablantes de comunidades como Cataluña, Galicia y País Vasco no la admiten por considerar que engloba a todo el territorio español, del que ellos forman parte, pero su lengua es distinta.

En primer lugar, ambos términos son, efectivamente, sinónimos; como afirma el prestigioso filólogo Lázaro Carreter: "Son sinónimos, pero como tantas veces ocurre —y se ha dicho—, los sinónimos no existen". Efectivamente, hay determinados contextos en los que no parece muy apropiado emplearlos indistintamente. Por ejemplo, no sería lógico hablar de un diccionario de catalán-español, sino catalán-castellano.

Sin embargo, en la mayor parte de los casos, las dos palabras pueden sustituirse sin que varíe sustancialmente el significado de la frase.

Obsérvese en ejemplos como:

  • Yo llevo unos meses estudiando castellano / español.
  • El castellano / español es la segunda lengua más hablada en el mundo.

    Por otra parte, no podemos olvidar que la Academia de la Lengua Española, máxima autoridad en el tema, los reconoce como sinónimos. Y si esto es así, ¿quiénes somos nosotros para dudarlo? Basta con acudir a la página del Diccionario (DRAE), en su acepción de lengua, para comprobarlo.

    Por lo tanto, nos inclinamos a defender la idea de su uso indistinto (salvo la excepción ya señalada).

    ¿Sabías que...?

    Se llama falacias a los argumentos falsos que pretenden hacerse pasar como verdaderos y con los que se consigue dañar a los demás.

    Actividad 1

    Pregunta

    Señala cuáles de estos recursos lingüísticos son propios de la argumentación:

    Respuestas

    a) Empleo abundante de adjetivos calificativos.

    b) Uso de conectores discursivos (así pues, en efecto, es decir...).

    c) Empleo de oraciones interrogativas.

    d) Predominan las oraciones dubitativas.

    f) Uso de la tercera persona y de la primera persona del plural.

    Retroalimentación

    Resumen y ampliación

    Para una visión general y una profundización, te hemos preparado este recurso: