Instrucciones para llorar
Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.
Julio Cortázar.
Justificación:
He elegido este breve "relato" de Julio Cortázar porque me parece muy significativo de una etapa especialmente relevante de la literatura hispanoamericana, caracterizada por la experimentación.
En realidad, lo he llamado "relato" pero no lo es. Y eso es lo fascinante de autores como Cortázar: que se permitieron el lujo creativo de experimentar, de mezclar géneros, de jugar con el lector y de utilizar la ironía como forma de estética literaria. Escapar de los cánones literarios y traspasar continuamente la frontera que separa lo real de lo imaginario son algunas de las virtudes que hicieron de Cortázar uno de los renovadores del llamado "boom" hispanoamericano.
Lo que hace el autor en este aparentemente sencillo escrito es muy innovador. Se supone que el llanto es una de las bases del sentimiento poético. Y, paradójicamente, él lo "trivializa" ajustándolo a un relato objetivo, con la forma de un texto instructivo, de los que uno puede encontrar cotidianamente en su entorno. El resultado es irónico, reflexivo y formalmente brillante. La finalidad: "descolocar" un poco al lector, obligarle a entrar en su juego, a poner de su parte, de manera que, por encima de lo que aparentemente se dice, es éste el que debe hacer un esfuerzo de reinterpretación.
La literatura como mezcla, como juego. Una vertiente muy moderna de la lectura.
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Hopeless (sin esperanza), obra de Roy Lichtenstein, 1963.
Justificación:
He entendido que este cuadro de Roy Lichtenstein, uno de los pintores más conocidos del llamado "pop art", tiene varios puntos en común con el texto de Cortázar (aparte, claro está, del propio tema del llanto, y de ser obras contemporáneas): en ambos se da la técnica de jugar con una forma ya existente para darle otro sentido. Aquí, lo que parece una simple viñeta de un cómic es en realidad un lienzo de gran tamaño pintado con óleo y acrílico, lo que implica engrandecer lo cotidiano y convertirlo en obra de arte, como hace Cortázar con sus "instrucciones". La ironía y la visión desenfadada son también dos rasgos que creo que unen al texto y a esta obra artística.
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