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1.4.1.1. Cómo preparar una intervención oral planificada

Desarrollo de un tema

Imagen derivada de un original en Flickr de striatic

Licencia CC

Especialmente en nuestra actividad académica o laboral, es fácil que tengamos que enfrentarnos al reto de preparar una exposición de un tema, una presentación, o que simplemente tengamos que pronunciar unas palabras en público. En caso de que se te plantee esta situación, piensa siempre en estos dos grandes núcleos para tu intervención:

  1. Un esquema de las ideas que vas a desarrollar.
  2. El desarrollo del tema propiamente dicho. 

En los siguientes apartados te ofreceremos algunas orientaciones y consejos para preparar tu intervención, en caso de que lo necesites.

Delimitar el tema y el enfoque y clarificar objetivos. Tanto si debes defender un tema libre como tratar uno que ya te proponen, intenta tener claro desde el principio cómo lo vas a tratar (de forma general o basándote en algún aspecto concreto), y cómo vas a enfocarlo (qué intención y objetivos van a animar tu intervención, qué tesis crees que estás en disposición de defender).
   
Seleccionar materiales y fuentes. Tómate un rato de reflexión para pensar qué sabes sobre el tema. Selecciona mentalmente de qué aspectos puedes hablar y si conoces fuentes o referencias que te puedan ayudar a organizar tu discurso (medios de comunicación, libros o artículos que hayas leído sobre el tema, conocimientos propios a partir de tus estudios, opiniones autorizadas...). No olvides tomar nota de los aspectos que se te ocurran y de esas fuentes o referencias. Debes ir a tu intervención con el mayor conocimiento posible del tema, pero incorpora también aspectos propios, originales, que te darán mayor seguridad. 
   
Organizar las ideas. Piensa un orden lógico para tu exposición a partir de los contenidos e ideas que vas a desarrollar y que ya has seleccionado anteriormente. Recuerda que la forma más segura de organizar  este tipo de intervención oral es la clásica: introducción del tema (para situarlo en la actualidad e iniciar tu intervención con contenidos objetivos, intentando además captar la atención inicial de tu audiencia), desarrollo (ampliación de diversos aspectos interesantes o polémicos donde aduzcas argumentos o razones convincentes) y conclusión (reafirmación de la idea principal o tesis de tu escrito y frases finales que queden impregnadas en la memoria de los oyentes).
   
Elaborar guion o esquema previos. Te será indispensable preparar un guion de la intervención en el que dispondrás las ideas jerarquizadas. Te permitirá evitar improvisaciones y orientar mejor los contenidos. En unas ocasiones, se te dejará utilizar ese guion; en otras, tal vez no. Lo importante es que lo tengas en la cabeza como guía. Si lo utilizas, intenta evitar mirarlo en exceso y, por supuesto, nunca leerlo.
 

Hablar. Es el último paso de todo el proceso. Para una buena ejecución, recuerda estos consejos:

  • Pondera bien el tiempo: adecua la duración de tu intervención al contexto en el que se produce. En general, los discursos largos no son bien recibidos en esta era tecnológica de la inmediatez.
  • Adopta el vocabulario y complejidad adecuados a cada audiencia y contexto. No es lo mismo una exposición académica o una entrevista de trabajo que un discurso en un evento familiar. 
  • Refuerza tu intervención con técnicas adicionales: mueve las manos reforzando determinados contenidos, mira a toda tu audiencia, adopta una posición corporal relajada pero firme, muévete si te lo permite el entorno...
  • Ensaya previamente tu intervención ante un espejo o mediante el vídeo. Te permitirá localizar aspectos más débiles tanto del contenido como del modo de exponerlo y pulirlos.
  • Evita transmitir sensación de esfuerzo o estrés. Adopta una actitud natural, pero firme, que transmita bienestar y comodidad. Intenta ser asertivo en tus palabras para desprender seguridad.
  • Si se te permite utilizar materiales de apoyo (presentaciones, diagramas, documentos...), intenta que sean muy visuales y breves, amenos y que aporten algo a tu discurso. En todo caso, nunca te limites a leerlos.
  • Utiliza adecuadamente la voz: emplea el tono y volumen adecuados a tu audiencia, habla con el ritmo necesario (ni atropelladamente, ni tan lento que tu receptor se aburra), pronuncia correctamente, intenta transmitir seguridad con tu voz.  Utiliza las pausas de manera eficaz, situándolas en momentos clave para ejercer el efecto deseado en tus oyentes.
  • Dependiendo del tipo y propósito de tu intervención, una imagen personal adecuada puede ser un buen refuerzo. 
   

Como ejemplo gráfico, observa en este vídeo qué es lo que no habría que hacer nunca en una exposición oral planificada. Toma como referencia los consejos que te hemos ofrecido más arriba y ve "tachando" de la lista todos los aspectos que la persona del vídeo incumple.


Actividad 1

Pregunta

¿Has observado bien el vídeo?  Marca las acciones que creas que definen la intervención oral de este personaje. 

Respuestas

Titubea y se muestra inseguro.

Centra perfectamente el tema de su discurso.

Utiliza un guion mínimo y solamente para vista rápida.

Lee pasajes enteros de la documentación que lleva consigo.

Su actitud corporal es serena y muestra seguridad en sí mismo. 

Su actitud corporal y gestual denota inseguridad, "tics".

Su discurso es entrecortado y presenta a veces pausas no significativas.

Retroalimentación