Situación comunicativa
Aprender a leer es un proceso que dura, solo, toda la vida. No basta con saber que la eme con la a suena ma ni con conocer el vocabulario del texto que leamos para entenderlo bien. La comunicación humana va mucho más allá del puro lenguaje, los mensajes están absolutamente condicionados por factores no lingüísticos, como el contexto en que se producen, la intención que se tiene con ellos, quién los emite o el destinatario al que los dirige. Por ejemplo, tomemos el significado de una frase tan sencilla como "hace frío":
- Tu amigo te ve entrar en clase y pregunta "¿Hace calor?". Tu respondes "¡Hace frío!" → Aquí hace frío significa hace frío.
- Abres la ventana del salón y tu hermano te dice "¡Hace frío!" → Aquí hace frío realmente significa cierra la ventana.
- Subes la potencia del aire acondicionado en el coche y tu madre te dice "¡Hace frío!" → Aquí hace frío realmente significa vuelve a bajar la potencia del aire.
- Ves salir a tu pareja con tu hija de dos años por la puerta de casa sin abrigo y les dices "¡Hace frío!" → Aquí hace frío realmente significa poneos un abrigo.
Con los ejemplos anteriores, aunque sean muy simples, queda demostrado que, para interpretar un texto, no basta con conocer los significados de las palabras, hay comprender contextos, intenciones y todos aquellos elementos extralingüísticos que condicionan el mensaje. Sin ellos, es absolutamente imposible descifrarlo correctamente.