¿Y cómo se analizan las oraciones subordinadas adverbiales?
Después de todo lo anterior, estamos listos para analizar los grandes bloques de una oración compuesta con subordinadas adverbiales.
Recuerda: ¡Las subordinadas siempre están dentro de la oración principal! Así lo debes reflejar en la jerarquía de la estructura: desempeñan una función dentro la oración principal pero, a su vez, ellas tienen una estructura interna completa que se debe analizar como en cualquier otra oración... Hay que jerarquizar muy bien la ramificación de sus elementos.
Tal y como hemos visto en los apartados anteriores, para analizar una subordinada adjetiva debemos tener presente que:
Nunca desempeñan la función de argumentos del verbo principal, sino que siempre aportan información circunstancial.
En consecuencia, conviene identificarlas una vez hemos analizado los argumentos del verbo principal.
Serán fácilmente identificables si son complementos circunstanciales de lugar, tiempo o modo, puesto que podremos sustituirlas por adverbios equivalentes, como ahí, ahora o así.
Si no, es imprescindible observar con cuidado el matiz de información circunstancial o de contexto que aportan sobre la acción para reconocer su tipología: causal, condicional, concesiva, consecutiva o comparativa.
Para estar más seguros y completar nuestro análisis, comprobaremos que el nexo efectivamente constate la relación correspondiente entre la proposición principal y la subordinada. Los nexos de estas oraciones forman parte de ellas, pero no cumplen ninguna función dentro de su oración.
En el interior de la subordinada haremos el análisis sintáctico correspondiente.
Casos en los que poner atención para no confundir unas subordinadas con otras
Complementos circunstanciales con sintagmas preposicionales que contienen subordinadas sustantivas
Hay que tener cuidado para no confundir un complemento circunstancial formado por un sintagma preposicional cuyo término sea una sustantiva de otro formado por una subordinada adverbial. Observa el ejemplo:
Entrena duramente para la competición → Entrena para eso
Entrena duramente para ganar la competición → Entrena para eso
En los dos ejemplos anteriores, nos encontramos la misma estructura: el verbo entrenar con un sujeto omitido en 3ª persona del singular acompañado de dos complementos circunstanciales; el primero (duramente) es de modo y está formado por un sintagma adverbial; el segundo es de finalidad y está formado por un sintagma preposicional cuyo núcleo es el enlace “para”. Ahora bien, lo que forma el término de este sintagma preposicional es un sintagma nominal en la primera frase y una oración subordinada sustantiva en la segunda; ambas estructuras pueden sustituirse por el pronombre “eso”.
Ejemplos como este, donde un sintagma preposicional cuyo término es una subordinada sustantiva desempeña la función de complemento circunstancial, no deben confundirse con subordinadas adverbiales.
“Donde, cuando y como” como nexos relativos de adjetivas y “donde, cuando y como” como nexos de adverbiales
Observemos ahora un caso en el que encontramos una subordinada adjetiva que no debemos confundir con una adverbial.
La casa donde vivimos está donde termina el río → La casa esa está ahí.
La casaen que vivimos está en la zona del río → La casa esa está ahí.
En los dos ejemplos resaltados en negrita y subrayados estamos ante subordinadas adjetivas cuya función es la de complementar al nombre “casa”, núcleo del sintagma nominal en el que aparecen insertas. La “casa” es, por tanto, el antecedente de los nexos relativos “donde” y “que” y, de hecho, puede ocupar su lugar.
Sin embargo, lo resaltado a través del subrayado cumple la función de complemento circunstancial en ambos ejemplos. Es el lugar donde sucede la acción “estar” y, de hecho, puede ser sustituido por el adverbio “ahí”. En el primer ejemplo se trata de una oración subordinada adverbial cuyo nexo también es “donde”, pero sin valor relativo (no hace relación a ningún antecedente); en la segunda tenemos un simple sintagma preposicional.
En el caso de los nexos “cuando” y “como” encontramos el mismo tipo de ejemplos. A continuación, lo resaltado en subrayado y negrita son subordinadas adjetivas con función de complemento del nombre y, lo simplemente subrayado, subordinadas adverbiales de complemento circunstancial de tiempo o modo.
La época cuando nació Ana fue cuando cayó el muro de Berlín.
Ana naciócuando cayó el muro de Berlín.
La forma como me miras no me gusta.
Me miras como desconfiando.
“Si” como nexo de sustantivas y “si” como nexo de adverbiales condicionales
Observemos las siguientes frases:
Me preguntó si asistiré a su fiesta.
Asistiré a su fiesta si me invita.
Si analizamos estas dos oraciones siguiendo los pasos clave de la sintaxis, haremos el siguiente proceso:
Me preguntósi asistiré a su fiesta.
Asistiré a su fiesta si me invita.
Estructura semántica de “preguntar”: alguien pregunta algo a alguien → Requiere tres argumentos: sujeto (alguien), complemento directo (algo) y complemento indirecto (a alguien).
El sujeto está en 3ª persona del singular y omitido, puedo desomitirlo: (Él) me preguntó si asistiré a su fiesta.
El directo responde a “lo preguntado =___”, por lo que claramente veo que es “si asistiré a su fiesta” y, además, puedo comprobar que se trata de una subordinada sustantiva sustituible por “eso”: Me preguntó eso. ”Si”, por tanto, es el nexo de la subordinada.
En esta oración el espacio ocupado por el complemento indirecto (a alguien) soy “yo” y estoy representado por el pronombre “me”.
Estructura semántica de “asistir”: alguien asiste a… → Requiere dos argumentos: sujeto (alguien) y complemento de régimen (a...).
El sujeto está en 1ª persona del singular y omitido, puedo desomitirlo: (Yo) asistiré a su fiesta si me invita.
El complemento de régimen aparece tras la preposición obligada: “a su fiesta”.
Como ya hemos encontrado todos los argumentos del verbo, toda la información que aún esté sin analizar en la frase solo puede ser de tipo adverbial o un complemento predicativo. En este caso, como se trata de una subordinada,nunca podría ser un complemento predicativo, por lo que solo quedaría averiguar qué tipo de adverbial es. Para ello nos ayudará conocer bien los matices de información que pueden aportar estas frases y estar familiarizados con los nexos que corresponden a cada tipo. De esa manera, fácilmente sabremos con seguridad que estamos ante una condicional introducida por su nexo típico “si”.
Actividad 1
Analíza sintácticamente las siguientes oraciones.
Jaime ha pasado el examen como ha podido.
Te veré donde nos conocimos.
Me sumo al plan no bien salga de trabajar.
El terrible accidente ocurrió hace ya treinta años.
Estaba como si aquello fuera un funeral.
Lo hemos buscado por donde me dijiste.
Se quedó pensando, como para entender mejor la pregunta.
Se duchó feliz, cantando a todo pulmón.
Todavía hay hay rebajas, así que estas a tiempo de pillar alguna ganga.
Era tal su enfado, que tiró la televisión por la ventana.
Su hermana es tal como me la había descrito.
En clase tu hermana se porta igual de bien que tú cuando eras de su edad.
Ella trabaja mucho mejor que él
Tiene tanto cuanto quiere.
Esther duerme que da gloria verla.
Come menos que un pajarito.
Le has dado más que a mí.
No me han arreglado los desperfectos y, por consiguiente, voy a demandarlos.
Eres más bueno que el pan.
Eres tan generoso que me da vergüenza.
Tú lo quisiste así, apechuga ahora con el problema.
Aun habiendo tantas restricciones, el coronavirus se extiende por todos lados.
Te escucharé siempre que no tardes mucho.
Como no tenía dinero, me colé en el metro.
Una vez te comes una patata, no puedes parar.
Siendo así las cosas, no tendremos ningún problema.
De haberme enterado antes, te habría llamado.
Espérame, cariño, que ya voy.
Si me invitas, me apunto.
Te pago los mil euros con tal de que me asegures que te vas del piso.