Yo no sé si usted sabe que Miguel era para mí un hermano, un hermano menor, entusiasta, entrañablemente unido, con el que conviví continuamente. Tenía un corazón enorme, ciegamente generoso, latidor en su poesía entera y que se le trasparecía en los ojos, como en su poesía. El fuego de la vida estaba en su alma y era comprensivo para todo. Capaz de pasión, apasionado, capaz de esa desnudez del alma, de ese pálpito de la sangre a que llega el verdadero poeta, y que hace que todo lo humano sea comprendido, llegando a esa generosidad sin esfuerzo que de nada se asusta porque todo lo humano le toca y de nada puede espantarse. Por eso no había en él ni ñoñez, ni intransigencia. Era un alma libre que miraba con clara mirada a los hombres. Era el poeta del triste destino, que murió malogrando a un gran artista, que hubiera sido, que ya lo es, honor de nuestra lengua.
6.1.2. Miguel Hernández y la Generación del 36
Actividad 1
Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.
Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada,
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.
Actividad 2
Solución
Solución
Para saber más
Imagen de autor desconocido en Wikimedia Commons. |
El 2010 fue un año de homenaje a la figura del poeta de Orihuela puesto que se cumplían cien años de su nacimiento. Acércate a su vida y a su obra.
También debes conocer datos de la Generación del 36, un grupo diverso de poetas unidos tan solo por la desgracia de la contienda civil.