Actividad 1
—¿Me consideras un fracasado?
—¿Por qué? Yo no te juzgo, eres tú el que piensas que por estar aquí, aburrido, decepcionado, aquí y a lo mejor en tu casa, tienes el derecho a criticarme; qué piensas, que soy una pija, una pedorra, estás decidido a enumerarme todas mis contradicciones. ¡Venga ya, por Dios!
—No. Tú sabes de sobra tus contradicciones, no hace falta que yo te las recuerde; eso sí, a veces cuando te oigo hablar por la radio, no sé, tanto radicalismo saliendo de tu boca...
—Ah, claro, solo tú puedes ser de izquierdas, ¿verdad? Tú con tu sueldo de funcionario de la tele estás autorizado, y yo en cambio... ¿te sentirías más a gusto si me hubiera afiliado al Partido Popular? Ufff, toda esa pamplina ideológica. No la aguanto.