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DON ALFONSO
¿Qué nombre
osáis pronunciar?
DON ÁLVARO
¡Ah!...
DON ALFONSO
Una
sola hermana me dejasteis
perdida y sin honra... ¡Oh furia!
DON ÁLVARO
¡Mi Leonor! ¡Ah! No sin honra:
un religioso os lo jura.
(En delirio.)
Leonor..., ¡ay!, la que absorbía
toda mi existencia junta;
la que en mi pecho, por siempre...
Por siempre, sí, sí... que aún dura...
una pasión... Y qué, ¿vive?
¿Sabéis vos noticias suyas?...
Decid que me ama, y matadme.
Decidme... ¡Oh Dios!... ¿Me rehúsa
(Aterrado.)
vuestra gracia sus auxilios?
¿De nuevo el triunfo asegura
el infierno, y se desploma
mi alma en su sima profunda?
¡Misericordia!... Y vos, hombre
o ilusión, ¿sois, por ventura
un tentador que renueva
mis criminales angustias
para perderme?... ¡Dios mío!
¿Pero era el Romanticismo un movimiento que solo se desarrolló a través del género teatral?