La transición hacia los nuevos tiempos
El teatro, al igual que la poesía, no escapó a los debates de la época que cuestionaban su sentido y utilidad. Es necesario recordar que el ensayo es el registro literario más característico de la Ilustración por ser considerado el medio propicio para transmitir las ideas ilustradas. A pesar de las dificultades, el género dramático comenzó a despegar debido, principalmente, a dos razones:
- Acudir al teatro seguía siendo un evento social importante, por lo que los espectadores se mantuvieron fieles a sus citas con los escenarios. Por lo tanto, el género continuó su evolución.
- A pesar de que el Siglo de Oro ejercía una poderosa influencia sobre los dramaturgos ilustrados de la primera mitad de siglo, a partir de la segunda parte de la centuria comienza a fraguarse un estilo propio que recoge los sentires políticos y liberales del momento.
¿Cómo se consigue evolucionar un género anquilosado en el pasado y con un componente superficial puesto constantemente en entredicho? Volviendo a las influencias clásicas, que aspiraban a la verosimilitud, lo que implicaba que el público empatizara con la propuesta. Los argumentos representados ponían en primer plano conflictos universales, por lo que siempre se llegaba a una enseñanza útil y valiosa para el espectador.