Hilar fino frase con frase, idea con idea
Si la estructura coherente de las grandes partes e ideas del texto argumentativo es importante, no lo es menos el correcto uso de conectores, puntuación y léxico.
Conectores
Como hemos visto, los textos argumentativos son muy ricos y variados en recursos, puesto que en ellos converge el uso de figuras retóricas, de fórmulas para la subjetividad y la objetividad y de multitud de de modalidades textuales: exposición, narración, descripción y, por supuesto, argumentación. Teniendo presente lo anterior, debemos dominar todo el abanico de conectores para ayudarnos a expresar esta riqueza.
Por ejemplo, cuando estemos empleando la exposición para presentar datos o realidades a modo de introducción, nos serán útiles conectores de adición (además, y...). Cuando entremos en la argumentación, sin duda serán útiles aquellos que expresan relaciones de causa (porque, es por ello que...), consecuencia (por tanto, en consecuencia...), oposición (pero, sin embargo, no obstante..), condición (en caso de, si...), etc. Para concluir, tenemos fórmulas de cierre que nos ayudarán (visto lo anterior, tras estas reflexiones, en conclusión...). El texto completo puede, quizá, organizarse con conectores de orden (en primer lugar, después...). En fin, hay una larga lista de fórmulas y conectores que debemos utilizar para expresar apropiadamente la relación entre unas ideas y otras. Utiliza esta infografía para tener una amplia selección de ellos a mano cuando argumentes.
Puntuación
El buen uso de la puntuación es esencial para expresarte en textos escritos. En términos generales, debemos tener cuidado de no hacer frases demasiado largas en las que se pierda el hilo, ¡no tengas miedo de utilizar el punto y seguido! En todo caso, el uso de frases largas y cortas también puede tener efectos retóricos y expresivos.
Es común, por ejemplo, utilizar frases muy cortas para introducir al lector en el tema de forma rápida, con pinceladas certeras y efectistas:
Jesús estaría contento. Cada vez nos amamos más los unos a los otros. Por lo menos, nos damos más besos que nunca. Nos comemos a ósculos. Sobre todo entre desconocidos. Así, porque sí. Por puro amor al prójimo. [...] (Luz Sánchez Mellado. “Bss”. El País, 5 de noviembre de 2015)
Sin embargo, en la argumentación a veces necesitamos oraciones complejas en las que se expresen relaciones de causa, consecuencia, oposición, etc., entre dos ideas. En ellas es fundamental dominar el uso de la coma y los conectores:
Luego, nos cruzamos en el ascensor besadores y besados y nos hacemos los suecos de Gotemburgo, que una cosa es besarse de boquilla y otra mirarse a los ojos, ese exceso de confianza. Dicen de los adolescentes, pero los adultos también necesitamos que nos aplaudan, que nos quieran, que nos besen, aunque sea con el beso de Judas. [...] (Luz Sánchez Mellado. “Bss”. El País, 5 de noviembre de 2015)
De nuevo, las frases cortas, al igual que nos ayudan a abrir los textos, pueden ser cierres retóricos para párrafos y conclusiones:
Por eso contamos los “favoritos” y los “me gusta” y los emoticonos de corazoncitos como si fueran las huellas de nuestro paso en la tierra. Y en esas se nos va pasando el arroz. Y la pasta. Y la vida. [...] (Luz Sánchez Mellado. “Bss”. El País, 5 de noviembre de 2015)
Léxico
Si de hablar y escribir bien se trata, ya sabes que debes ampliar, cuidar y variar mucho el vocabulario. Primero, porque siempre hay que aspirar a la máxima precisión, al dardo en la palabra, como diría un famoso filólogo. Pero también porque la primera regla de la buena expresión es no repetir palabras. Para evitarlo puedes recurrir a múltiples opciones de sustitución léxica. Observa el ejemplo:
Los médicos me dijeron que guardase reposo →
- Sinónimos: Los doctores me dijeron que guardase reposo.
- Hipónimos: Los cardiólogos me dijeron que guardase reposo.
- Hiperónimos: El personal sanitario me dijo que guardase reposo.
- Otras formas de referirnos a lo mismo: Aquellos hombres me dijeron que guardase reposo
- Pronombres: Ellos me dijeron que guardase reposo.
- Elipsis: Me dijeron que guardase reposo.
- Otras formas de expresar la oración completa: En el hospital me recetaron descanso.
- Etc.
Para mantener tu texto cohesionado, estos procedimientos de sustitución léxica deben cuidarse al máximo. Con ellos no solo evitarás repetir palabras y enriquecer tu expresión, sino que ayudarás a mantener el hilo de la lectura sin que se pierda nunca la idea de lo que hablas. Para hacerlo bien debes releer y corregir constantemente lo que escribes a medida que avanzas.