Actividad 1
Lee con atención este monólogo de El club de la comedia.
Y así vamos creciendo y creciendo... Y vamos almacenando cada vez más muletillas, hasta que llega un momento en que tenemos muletillas para cualquier situación. Por ejemplo, cuando estamos en grupo y de repente se acaba la conversación, mientras pensamos algo que decir, empezamos:
¡Aaaaayseñor...! "Pues sí..." "Aquí estamos". "Pues eso..." "Pues estamos buenos"... Aquí un coletillero chistoso añadiría "Bueno estaba y se murió"... Y otro "Pues no estaría tan bueno..." "Es que no somos nadie" "Oye, pues el muerto al hoyo y el vivo al bollo" "Pues bueno" "Bueno estaba y se murió". Y así hasta el infinito.
Porque las coletillas definen nuestra personalidad: "Dime qué coletilla usas y te diré quien eres"... Por ejemplo están los que se creen que los demás somos imbéciles: "Estábamos en su casa, ¿entiendes?, y él se quedó en pelotas, ¿entiendes?, e hicimos el amor, ¿entiendes?"... Pero bueno, ¿en qué fase de la conversación cree que me he perdido? Y luego están los inseguros que dicen... "Estábamos en su casa, ¿no?, y él se quedó en pelotas, ¿no?, e hicimos el amor, ¿no?"... Que aquí ya dan ganas de decirle... "¡Pues no lo sé, hija! Si tú tienes dudas...es que "no", porque eso se nota ¿no?
Imagen en Flickr de Katheen Tyler Conklin bajo CC