Imagen de José del Castillo bajo Dominio público |
Como ya has podido comprobar, Cervantes tuvo una vida azarosa y difícil. En todas sus andanzas siempre anduvo cerca de los libros, de los que adquirió una vastísima cultura y a los que dedicó sus esfuerzos creativos, en busca de un éxito que no siempre encontró. Después de haber vivido en Andalucía, y ya instalado, en la etapa final de su vida, en Valladolid -sede de la Corte Real desde 1601-, encontró la inspiración necesaria para dar a la luz, con la intención inicial de hacer burla de los populares libros de caballerías, una obra asombrosa, única, arrolladora, que lo ha convertido en un autor de culto en el mundo entero. Este prodigio literario fue publicado en dos partes: una primera en 1605, bajo el título de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, y otra en 1615, titulada Segunda parte del ingeniso caballero don Quijote de la Mancha.