Durante el siglo XV, la prosa castellana va alcanzar un notable desarrollo. Tres son las tendencias literarias en prosa que se concretan:
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Imagen 11. Autor: vgm8383. Licencia CC.
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- La prosa de tema histórico o legendario, con títulos como Memorias de doña Leonor López de Córdoba (1402) o Embajada a Tamorlán (1406).
- La prosa didáctica, donde destaca Enrique de Villena con Los doce trabajos de Hércules, una interpretación de la leyenda en clave bíblica, y Alfonso Martínez de Toledo, Arcipreste de Talavera, con el Corbacho o Reprobación del amor mundano (1438).
- La prosa de ficción, basada en la narración sentimental, que inaugura Juan Rodríguez del Padrón con Siervo libre de amor (1439) y cuyo mejor ejemplo es Diego de San Pedro, que escribió Cárcel de amor (1492); y los libros de caballería (Amadís de Gaula, de Garci Rodríguez de Montalvo y Tirant lo Blanch, escrito en catalán por Joanot Martorell).
[...] propuse de hacer un compendio breve en romance para información algún tanto de aquellos que les pluguiere leerlo, y leído retenerlo, y retenido, por obra ponerlo; especialmente para algunos que no han hollado el mundo ni han bebido de sus amargos brebajes ni han gustado de sus viandas amargas, que para los que saben y han visto, sentido y oído no lo escribo ni digo, que su saber les basta para defenderse de las cosas contrarias. Y va en cuatro principales partes dividido: en la primera hablaré de reprobación de loco amor. Y en la segunda diré de las condiciones algún tanto de las viciosas mujeres. Y en la tercera proseguiré las complexiones de los hombres (cuáles son o qué virtud tienen para amar o ser amados). En la cuarta concluiré reprobando la común manera de hablar de los hados, venturas, fortunas, signos y planetas, reprobada por la santa madre iglesia y por aquellos en que Dios dio sentido, seso y juicio natural, y entendimiento racional. Esto por cuanto algunos quieren decir que si amando pecan que su hado o ventura se lo procuraron.