El aire que respiramos es un compuesto de oxígeno, nitrógeno y publicidad.
R. Guerin.
En el vídeo que acabas de ver, se exagera sobre una práctica muy habitual en la ficción audiovisual. ¿Te has fijado que en muchas series y películas aparece siempre casualmente un mismo producto? Puede ser que el personaje protagonista exhiba unas zapatillas de una marca concreta o que sobre la mesa del desayuno aparezca una determinada marca de leche. ¿Crees que están ahí por casualidad? Como pista, te diremos que la presencia de estas marcas cuesta unos cuantos miles de euros...
Ya lo hemos visto: la publicidad es considerada por muchos como la propia esencia de la televisión. Sigamos el siguiente razonamiento:
1. La televisión es un servicio, pero también un negocio.
2. La rentabilidad del negocio se relaciona directamente con el nivel de audiencia.
3. Mientras más audiencia tenga un programa más valor tendrán los anuncios que se inserten en él.
4. El gran enemigo de la publicidad es el zapping.
5. Para evitar los estragos del zapping las televisiones tienen que ingeniar estrategias que retengan a los espectadores.
6. La publicidad termina condicionando toda la programación y la esencia misma de algunos programas.
Imagen de paskalarla en Flickr bajo licencia CC
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La estrategia publicitaria de la que hablábamos consiste en situar el producto, marca o mensaje dentro de la programación y no en los bloques publicitarios. Se conoce con el nombre de emplazamiento de producto (en inglés, product placement). Así el anunciante evita la saturación y el zapping, al mismo tiempo que encuentra una nueva línea de financiación que repercute a favor del medio. Pero claro, cuando se nos habla de publicidad en televisión, seguro que es otra cosa lo que se nos viene a la mente. Veamos cuáles son las distintas posibilidades que nos ofrece el medio:
• El spot. Es la forma más tradicional. Se sitúa en los bloques publicitarios de la parrilla de programación y dura generalmente entre 20 y 25 segundos.• Publirreportaje. Similar al anterior, pero de mayor duración (de uno a tres minutos).• Patrocinios. Normalmente incluyen un mensaje al inicio y al final del programa, aunque el mensaje también puede incorporarse al contenido del programa.• Telepromociones. Espacios dedicados a la promoción de un producto o servicio durante el desarrollo de un programa. Puede adoptar forma de concurso e incluir la participación de la audiencia.• Sobreimpresiones. Inserción en pantalla de la marca, el eslogan o cualquier elemento publicitario. El espectador lo ve mientras mira el programa.• Emplazamiento de producto. Ya lo conocemos, no hace falta que te lo expliquemos de nuevo. Añadiremos sólo que puede ser pasivo (cuando el producto únicamente forma parte del decorado) o activo (los personajes se refieren explícitamente al producto o lo manipulan).• Bartering. El anunciante interviene en la producción del programa, de hecho proporciona a la cadena un programa elaborado y dispuesto para su emisión. Digamos que el anunciante facilita una producción gratis y, a cambio, la televisión cede su espacio.
Con tantas posibilidades, no es raro que uno encienda la tele y encuentre publicidad por todos lados.
En la siguiente página podrás encontrar mucha información sobre la publicidad y sus características. Procede de este proyecto del Ministerio de Educación: http://recursostic.educacion.es/comunicacion/media/web/publicidad/index.html