El llamado "teatro o comedia nacional" no es un todo unitario, sino que, como todo proceso literario, está inmerso en una evolución de tendencias. Así, hay que advertir, al menos, cuatro fases:
- 1ª Fase: Lope crea los principios sobre los que se asienta el teatro barroco. Él parte de la tradición, pero la modifica y adecua a las circunstancias de su tiempo. Sus ideas quedan reflejadas en el Arte Nuevo, que así queda prácticamente convertido en el manifiesto del que parte toda la comedia nueva.
- 2ªFase: evolución de la fórmula lopesca. Los rasgos del teatro comienzan a exagerarse. Prolifera la inserción de personajes en las comedias, las cuales también verían aumentada su extensión en número de versos. Se fijan los personajes que se ven convertidos en tipos —dama, galán, acompañante de dama, gracioso, viejo...—, y los temas incluidos en los textos con sus rasgos característicos —amor (con el típico flechazo del que surge la atracción que sienten la dama y el galán en la obra...), honor (con las venganzas desencadenadas por su causa...)...—. Comienzan a debatirse en los escritos teatrales una serie de temas filosóficos o teológicos (la gracia, la salvación...) que son superpuestos por los autores a algunos de sus personajes, que no surgen —casi nunca— de la caracterización psicológica que el compositor hace de los mismos, sino que este se los impone a aquellos. Se complican los argumentos de las comedias mediante la introducción de intrigas secundarias cuya relación con la acción principal es, a veces, muy tenue. Los recursos propios del culteranismo lírico van haciendo su aparición en los versos insertados en los textos.
- 3ª Fase: las desviaciones fueron tantas que se vio necesario introducir una serie de rectificaciones. Es la tarea que Calderón y sus seguidores se encargaron de realizar.
- 4ª Fase: Decadencia y evolución hacia otras fórmulas.