Deberías saber que los géneros de opinión más importantes son:
- El editorial.
- El artículo.
- La columna.
- Las cartas al director.
Deberías saber que los géneros de opinión más importantes son:
El editorial
Manifiesta la postura o línea ideológica del medio o de la empresa editora. Lo escribe la dirección de la empresa y va ubicado siempre en el mismo lugar, y de forma destacada y fácilmente identificable; a veces en un recuadro y, a menudo, incluso con letra diferente. Una de sus caractarísticas más definitorias es el hecho de que no va firmado. Su contenido admite puntos de vista sumamente personales y subjetivos. Su estilo es claro, convincente y al ser posible, brillante. Lo que pretende es orientar y crear opinión entre los lectores.
Imagen de micora en Flickr bajo licencia de CC
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El artículo y la columna
Su principal característica que los diferencia del editorial es que van firmados. El artículo es más largo. La columna es un texto alargado y estrecho (de ahí su nombre). Los temas que plantean tanto el artículo como la columna son libres y es frecuente enfocar los temas que se comentan con ironía y humor, pero siempre desde un prisma muy subjetivo en el que queda patente la opinión del autor o autora.
Un tipo especial de artículo es el que se denomina colaboración, que realiza una persona que no pertenece a la plantilla del periódico. Los distintos medios "fichan" a personajes relevantes del mundo de la cultura, de la política, economía..., para contar con su análisis de forma más o menos fija. Imagen de barmala en Flickr bajo licencia de CC
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Las cartas al director
Sin duda es la gran sección de opinión de los lectores y el público. Aunque se llaman cartas al director, su destinatario real es el público en general. Van firmadas para poder identificar siempre al que las escribe. Y han de ser breves para poder incluir varias cada día. Es una de las secciones más leídas, porque el lector encuentra en ellas los temas más variados y cercanos, expuestos por personas como él y no por profesionales del periodismo.
Imagen de Gonmi en Flickr bajo licencia de CC
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PLÁCIDO CABRERA IBÁÑEZ - Jaén - 13/04/2011
Hace unos meses, se trataba de Grecia; hace unas semanas fue Irlanda y hace unos días ha sido Portugal. Todos estos países se han visto necesitados de acudir en ayuda financiera. Se trata de países de la Unión Europea, y todos pertenecientes a la zona euro. No llego a entender bien que el Banco Central Europeo, la UE y el FMI no hayan previsto con mucha más antelación, soluciones para que estos países no pudieran llegar nunca a esta situación y haber evitado o reducido su alto coste. Pienso que es necesario que estas instituciones tomen las medidas oportunas para evitar que estas situaciones continúen produciéndose en el futuro en otros países europeos.
MARUJA TORRES 21/10/2010
Soy una ex fumadora tranquila. Si alguien me pregunta si me molesta que fume delante de mí, o en el salón de mi casa, le respondo que no, y espero de su buen sentido que no me atufe insistentemente la vivienda ni el ropero, que comprenda que no finjo la tos que me entra en seguida e imagine que me pasaré la noche tosiendo. No añoro el cigarrillo, de modo que ver fumar no me tienta. Pero respeto el derecho de cada cual a su espacio -odio la palabra "cubículo"-, a hacer lo que quiera mientras no perjudique a los no fumadores.
Legislar eso está bien: pero no más. Me parece razonable no ser fanático: "¡En mi casa no se fuma!". Pues no. En mi casa no se asesina ni se roba ni se tortura ni se pega ni se calumnia y, a ser posible, no se miente. Si alguien quiere fumar, fuma. Sin prender un pito con la colilla del otro, claro.
¿Llegará un día en que tendré que ir a declarar a comisaría porque en mi comedor han hallado refugio algunos indeseables que pretendían prolongar el placer de la comida y la compañía encendiendo un cigarrillo? Llegará un día, me temo.
No son apestados. Y no son equivocados con derecho a redención. No estoy en contra de las leyes que prohíben con eficacia la pena de muerte, por ejemplo, pero sí me opongo a la oleada de buenapensancia que nos cubre hasta por encima del cuello. Un bien pensar que no se extiende, por ejemplo, a prohibirle a Díaz Ferrán que contamine con su ejemplo a los empresarios.
Habría que intentar convivir. Pues si lo hacemos con las fábricas de tabaco y los bufetes de abogados que las apoyan, y con los vendedores de cajetillas, y con los beneficiados por los impuestos que generan los fumadores, no sé por qué no tenemos que ser amables con sus víctimas, los fumadores mismos.