Para entender el concepto de marca, sólo tenemos que echar un simple vistazo al mercado. Si queremos producir y comercializar algún producto, (por ejemplo, chocolate), nos daremos cuenta de que existen otras cien empresas que han tenido la misma idea. Entonces, ¿cómo distingo mi producto del de mis competidores en el mercado?
La marca es el nombre, término, símbolo o diseño que se asigna a un producto o un servicio para diferenciarlo del resto. Es quien debe darlo a conocer, identificarlo y garantizar su calidad. Hacer que se recuerde tu chocolate y no del otro.
Tenemos que entender la diferencia entre producto y marca: producto es lo que el anunciante fabrica y lo que ofrece a los consumidores; marca es lo que los consumidores compran, va más allá de la propia materialidad del producto.
El logotipo es uno de los elementos fundamentales que se encargan de transmitir los valores de una marca o producto. Para que te hagas una idea de su importancia, mira las letras que componen el siguiente mensaje, a ver cuántas marcas eres capaz de reconocer:
Imagen: Elaboración propia.
Si has sido capaz de reconocerlas, eso quiere decir que los diseñadores del logotipo consiguieron su objetivo.
Un logotipo debe cumplir las funciones siguientes:
- Identificación. Quien lo vea podrá identificar de qué se trata.
- Diferenciación. Debe eliminar confusiones con otras marcas.
- Memoria. Sirve para recordar la marca con facilidad.
- Asociación. Se asocia rápidamente al producto u organización a la que representa.
Los encargados de crear un logotipo no son exactamente los publicistas, sino más bien los diseñadores gráficos. A lo largo de la historia han ido evolucionando y actualmente se impone una cualidad: la simplicidad conceptual y formal.