La norma es lo que nos impide emplear algunas formas lingüísticas que, ateniéndonos a la lógica de la lengua, podrían ser correctas: andé (por anduve), de la misma forma que se diría jugué, miré o canté. La norma impone desvíos en determinados aspectos de la lengua que todos aceptamos, pero, en principio, el hablante no los conoce. Por esta razón, surgen este tipo de errores entre los que están aprendiendo.
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La norma es lo que nos impide emplear algunas formas lingüísticas que, ateniéndonos a la lógica de la lengua, podrían ser correctas: andé (por anduve), de la misma forma que se diría jugué, miré o canté. La norma impone desvíos en determinados aspectos de la lengua que todos aceptamos, pero, en principio, el hablante no los conoce. Por esta razón, surgen este tipo de errores entre los que están aprendiendo.
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La norma es lo que nos impide emplear algunas formas lingüísticas que, ateniéndonos a la lógica de la lengua, podrían ser correctas: andé (por anduve), de la misma forma que se diría jugué, miré o canté. La norma impone desvíos en determinados aspectos de la lengua que todos aceptamos, pero, en principio, el hablante no los conoce. Por esta razón, surgen este tipo de errores entre los que están aprendiendo.
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