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Descripción de la tarea

Introducción

Portada de Classic Comics

Portada de Classic Comics. Imagen en
Wikimedia Commons bajo dominio público

Oliver Twist es la primera novela inglesa que tiene a un niño como protagonista. Recogiendo la tradición de la novela picaresca, la obra nos presenta una situación bien alejada de los ambientes habituales en la anterior literatura romántica. Por ello, ha sido calificada como una de las primeras novelas sociales de la historia de la literatura y ha tenido una gran repercusión en otras manifestaciones artísticas. Así lo demuestran las adaptaciones cinematográficas (David Leanen, 1948 y Roman Polanski, 2005), el musical Oliver dirigido por Carol Reed (1968), o la adaptación realizada por la popular colección Classic Comics.

Vamos a conocer el comienzo de la novela. Es posible que tras realizar esta tarea te animes leer la obra completa, si no lo has hecho ya.

Desarrollo de la tarea

Lee atentamente el texto y responde a las cuestiones que se plantean:

Capítulo I

Los primeros años de Oliver Twist


Una fría noche de invierno, en una pequeña ciudad de Inglaterra, unos transeúntes hallaron a una joven y bella mujer tirada en la calle. Estaba muy enferma y pronto daría a luz un bebé. Como no tenía dinero, la llevaron al hospicio, una institución regentada por la junta parroquial de la ciudad que daba cobijo a los necesitados. Al día siguiente nació su hijo y, poco después, murió ella sin que nadie supiera quién era ni de dónde venía. Al niño lo llamaron Oliver Twist. En aquel hospicio pasó Oliver los diez primeros meses de su vida. Transcurrido este tiempo, la junta parroquial lo envió a otro centro situado fuera de la ciudad donde vivían veinte o treinta huérfanos más. Los pobrecillos estaban sometidos a la crueldad de la señora Mann, una mujer cuya avaricia la llevaba a apropiarse del dinero que la parroquia destinaba a cada niño para su manutención. De modo que aquellas indefensas criaturas pasaban mucha hambre, y la mayoría enfermaba de privación y frío.

El  día  de  su  noveno  cumpleaños,  Oliver  se  encontraba encerrado en la carbonera con otros dos compañeros. Los tres habían sido castigados por haber cometido el imperdonable pecado de decir que tenían hambre. El señor Blumble, celador de la parroquia, se presentó de forma imprevista, hecho que sobresaltó a la señora Mann. El hombre tenía por costumbre anunciar su visita con antelación, tiempo que la señora Mann aprovechaba para limpiar la casa y asear a los niños, ocultando así las malas condiciones en las que vivían los pobres muchachos.

-¡Dios mio! ¿Es usted, señor Bumble? -exclamó horrorizada la señora Mann.

Y, dirigiéndose en voz baja a la criada, ordenó:

-Susan, sube a esos tres mocosos de la carbonera y lávalos inmediatamente.

-Vengo a llevarme a Oliver Twist -dijo el celador. Hoy cumple nueve años y ya es mayor para permanecer aquí.

-Ahora mismo lo traigo -dijo la señora Mann saliendo de la habitación.

Oliver llegó ante el señor Bumble limpio y peinado; nadie hubiera dicho que era el mismo muchacho que poco antes estaba cubierto de suciedad. Al poco rato, el celador y el niño abandonaban juntos el miserable lugar. Oliver miró por última vez hacia atrás; a pesar de que allí nunca había recibido un gesto cariñoso ni una palabra bondadosa, una fuerte congoja se apoderó de él.

“¿Cuándo volveré a ver a los únicos amigos que he tenido nunca?”, se preguntó. Y, por primera vez en su vida, sintió el niño la sensación de su soledad.
Nada más llegar al nuevo hospicio, Oliver fue llevado ante la junta parroquial y allí, el señor Limbkins, que era el director, se dirigió a él.

-¿Cómo te llamas, muchacho?

Oliver, asustado, no contestó; de repente, sintió un fuerte pescozón que le hizo echarse a llorar; había sido el celador que se encontraba detrás de él.

-Este chico es tonto -dijo un señor de chaleco blanco.

-¡Chist! -ordenó el primero. Y, dirigiéndose a Oliver, dijo:

-Hasta ahora, la parroquia te ha criado y mantenido, ¿verdad? Bien, pues ya es hora de que hagas algo útil. Estás aquí para aprender un oficio. ¿Entendido?

-Sí. Sí, señor -contestó Oliver entre sollozos.

En el hospicio, el hambre seguía atormentando a Oliver y a sus compañeros: sólo  les  daban  un  cacillo  de gachas al día, excepto los días de fiesta en que recibían, además de las gachas, un trocito de pan. Al cabo de tres meses, los chicos decidieron cometer la osadía de pedir más comida y, tras echarlo a suertes, le tocó a Oliver hacerlo. Aquella noche, después de cenar, Oliver se levantó de la mesa, se acercó al director y dijo:

-Por favor, señor, quiero un poco más.

-¿Qué? -preguntó el señor Limbkins muy enfadado.

-Por favor, señor, quiero un poco más -repitió el muchacho.

El chico fue encerrado durante una semana en un cuarto frío y oscuro; allí pasó los días y las noches llorando amargamente. Sólo se le permitía salir para ser azotado en el comedor delante de todos sus compañeros. El caso del “insolente muchacho” fue llevado a la junta parroquial; ésta decidió poner un cartel en la puerta del hospicio ofreciendo cinco libras a quien aceptara hacerse cargo de Oliver.

Charles Dickens: Oliver Twist.

1. Localiza al autor en su contexto histórico y literario. ¿Qué intención guía a Dickens al escribir esta obra?

2. Haz un resumen del texto. ¿Qué paralelismos observas entre esta obra y la novela picaresca? Justifica tu respuesta.

3. ¿Qué tipo de narrador se emplea? Explica los recursos que este utiliza para aumentar la carga emotiva de la narración.

4. Precisamente debido a esa emotividad, alguien te dice que esta obra le parece "romántica". Ofrécele una explicación detallada para que entienda que esta  novela no pertenece al Romanticismo.

5. Sabemos que tras el episodio narrado en el texto, Oliver pasará a servir al dueño de una funeraria llamado Sowerberry, con el que también pasa muchos sufrimientos. Sin embargo, en esta tarea queremos dar vía libre a tu creatividad para que continúes la historia de una forma distinta. Imagina a otro personaje que se lleva al niño y narra su primer día de vida con su nuevo "amo". Procura seguir en la medida de lo posible el estilo narrativo de Dickens.