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Andy Warhol, representante de una vertiente |
Como recordarás, en los países de habla inglesa el período vanguardista anterior a la II Guerra Mundial se denominó ‘Modernismo'. En ese período destacó el 'Imagismo', movimiento que defendía la precisión de la imagen (image, en inglés) y el alejamiento de la subjetividad y la retórica sobrecargada.
En ese marco, ya hemos estudiado a dos grandes poetas, que continuaron escribiendo tras la Segunda Guerra Mundial: el estadounidense Ezra Pound (1885-1972) y el también estadounidense, aunque afincado en Gran Bretaña, T. S. Eliot (1888-1965). Ambos poetas ejercieron gran influjo en la poesía posterior.
La huella del Imagismo se dejará sentir en la poesía angloamericana contemporánea, aunque coexistirá con otras tendencias como la poesía de compromiso moral y social, el intimismo y el experimentalismo. Todo ello se enmarcará en lo que se ha denominado "cultura posmoderna", en la que se inscribe la posmodernidad literaria. En el arte posmoderno domina el relativismo y una nueva concepción del mundo y del yo, pero estas premisas básicas se concretan en tendencias y estilos muy diferentes.
Los rasgos más frecuentes de la posmodernidad son los siguientes:
- Rechazo de las verdades universales y absolutas.
- Desconfianza en el ser humano, capaz de cometer las mayores atrocidades.
- Un renovado compromiso moral y social frente al nuevo orden mundial y frente a una concepción superficial de la existencia.
- Ante la imposibilidad de abarcar la realidad en su conjunto -en un mundo cada vez más plural y diverso-, el escritor opta por presentar fragmentos de realidad.
- Inclusión de lo cotidiano para expresar lo más íntimo.
- Distanciamiento, que se expresa mediante la ironía, la parodia o el lenguaje lúdico.
- Recuperación de la tradición desde posiciones desmitificadoras.
- Continuidad del experimentalismo, que ahora se pondrá al servicio de las ideas o las emociones del escritor.