Actividad 1
La literatura griega continúa dándonos sorpresas, de vez en cuando, gracias a las investigaciones de prestigiosos helenistas. En 2004 se reconstruyó un poema entero de la poetisa Safo a partir de dos fragmentos papiráceos egipcios, uno ya conocido desde 1922 y el otro procedente del embalaje de una momia del siglo III a. C.
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Safo, de autor desconocido. Imagen en Wikimedia Commos. Dominio público. |
Vosotras cuidad, hijas, de los dones hermosos de las Musas
de fragante regazo, y de la vibrante lira compañera del canto.
Pero mi piel que antes fue tan suave la sometió ya la vejez
y blancos se han vuelto mis negros cabellos de antaño.
Pesado se ha hecho mi ánimo, y no me sostienen las rodillas
que otro tiempo fueron tan ágiles como corzas en la danza.
De eso me lamento día tras día. ¿Pero qué puedo hacer?
Cuando se es humano, no es posible dejar de envejecer.
De Titono, en efecto, contaban que la Aurora de brazos de rosa,
inflamada de amor, lo raptó para llevarlo al confín de la tierra
porque era bello y joven. Mas de igual modo a él con el tiempo
lo atrapó la grisácea vejez, aun teniendo una esposa divina.
Pero yo adoro la delicadeza...Eso y un ansia amorosa de sol
me han deparado el esplendor y la belleza.
Traducción de Carlos García Gual en www.letraslibres.com.
Lee el texto, indica cuál es su tema, busca el significado de las referencias mitológicas, señala las principales diferencias de esta poesía respecto de los poemas homéricos y, finalmente, infórmate, a través de internet o en una biblioteca, acerca de Safo de Lesbos.