A partir de la poesía provenzal nace en Italia el Dolce Stil Nuovo, escuela poética que intelectualiza y espiritualiza el sentimiento amoroso. Los poetas más destacados de este grupo fueron Guinizelli, Cavalcanti y Dante Alighieri, quien dio forma al desarrollo teórico, filosófico y metafísico del fenómeno amoroso tal y como lo concebían. Ellos escriben cuando “Amor” los inspira. Ahora bien, no se trata de una representación inmediata del sentimiento amoroso, sino de una profunda contemplación intelectual del mismo, una meditación sobre su esencia indefinida y misteriosa, que se convierte en un medio para llegar a entender el auténtico sentido de la vida. Se trata de una concepción filosófica del amor, que entronca con la religiosidad franciscana, que valoraba sobre todo la sinceridad y la armonía entre hombre y naturaleza.
Dante Alighieri (1265-1321) inicia su trayectoria poética influido por esa escuela, para evolucionar en su madurez hacia el simbolismo de la Vida nueva, obra en la que describe en prosa y verso su gran amor por Beatriz, a la que conoció cuando era niña y que murió muy joven. Beatriz es una donna angelicata, la mensajera del cielo que impulsa al poeta hacia la perfección espiritual mediante el amor.
Pero la obra maestra de Dante es La Divina comedia, compuesta entre 1307 y 1321. Está dividida en tres partes -Infierno, Purgatorio y Paraíso- en las que el poeta narra un viaje al mundo de ultratumba. El poeta latino Virgilio le sirve de guía en el Infierno y el Purgatorio, y su amada Beatriz en el Paraíso.
La Divina comedia es una cumbre de la literatura medieval, en la que Dante expone su concepción de la vida y su opinión sobre sus contemporáneos.