Señalemos barreras con la razón y no personas con el dedo
Hemos comenzado por asumir la diversidad en el aula como un banco de recursos, en lugar de un catálogo de dificultades. De tal manera nos hacemos más capaces de diseñar un proyecto ABP que sea eficaz, comenzando por el prototipo.
Hemos pensado en las personas que tienen derecho a disfrutar de una educación inclusiva, no solamente como beneficiarias, sino como agentes protagonistas que se plantean problemas reales y nos lo hacen saber a diario, practican la empatía gracias a su inteligencia emocional y nos piden participación.
Ahora bien, ¿tienen la oportunidad de hacer todo eso? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Qué barreras de diferente tipo se oponen a la inclusión en nuestras propias aulas?
Es imprescindible que transformemos las etiquetas sobre ACNEAE en un análisis generoso de las barreras BAP. Quizá después de hacerlo entendamos que el ABP no es simplemente una alternativa divertida, sino una apuesta por la educación inclusiva sin barreras.
Para conseguirlo nos puede servir de gran ayuda la tabla interactiva que han construido centenares de participantes en actividades de formación del equipo “Aula Desigual”, comandado por José Blas y Antonio Márquez. Además, las barreras (con un icono de peligro) están asociadas a los puntos de verificación del Diseño Universal para el Aprendizaje (enunciados verbalmente), así como a estrategias empleadas para superar los impedimentos (con el icono bombilla).