DUA en tres dimensiones
Defensa de la diversidad
El DUA surgió como reacción defensiva contra todas las formas de programación de acciones y pensamientos humanos, tanto públicos como privados, institucionales o comerciales, que pretenden reducir la diversidad humana y social a un molde: inteligencia, medidas, color de piel, género, etnia, estándar de la lengua, orientación sexual, reacción exigida ante una acción educativa (lección, examen, un proyecto en el mejor de los casos), que se convierte en arquetipo de lo que debe ser humano, en vez de asumir lo que son y quiénes son los seres humanos.
Universal Design Institute
Fundado por Ronald L. Mace, arquitecto, en 1997, el Universal Design Institute (UDI) pretende que el diseño se adapte a la diversidad humana. Establece los siete principios del diseño universal:
- Uso equitativo
- Flexibilidad en el uso
- Uso simple e intuitivo
- Información perceptible
- Tolerancia al error
- Poco esfuerzo físico
- Dimensiones que permitan un uso adecuado
CAST
CAST (Center for Applied Special Technology) se creó en 1984 para eliminar barreras tecnológicas en el aprendizaje de personas discapacitadas, hasta llegar a la formulación del DUA. Ha establecido las pautas universales del DUA que hemos empezado a conocer.
Claves del DUA
En efecto, el DUA contiene un acto de rebeldía contra el lecho de Procusto o los moldes que matan, pero se ha desplegado razonablemente en propuestas alternativas para que el diseño elimine las barreras a la accesibilidad y se adapte a la diversidad.
Dentro del pensamiento de diseño, lo que debemos específicamente al DUA es:
- que la fase de empatía con el alumnado llegue a ser global y abarque todas las dimensiones de las personas
- que la exploración previa se traduzca realmente en un diseño flexible y viable, con el fin de diversificar:
- las formas de implicación: el por qué de la educación
- las formas de representación: el qué
- las formas de acción y de expresión: el cómo
Además del DUA, se puede tomar en consideración el Modelo DUA-A (Consellería d’Educació, Cultura i Sport, 2021), basado en los siete principios del diseño universal según el UDI. Destacamos dos de esas condiciones universales: la flexibilidad y la tolerancia al error.
Una sólida base científica: visible learning
El DUA se asienta sobre prácticas educativas refrendadas por el método científico, como las formas de aprendizaje visible (visible learning) que Hattie (2012; cf. tabla 2017) analizó a partir de una amplia base de datos (1400 metaanálisis de 80 mil estudios sobre 300 millones de estudiantes). En concreto, lo que se pretendía era establecer el grado de eficacia de 250 factores para acelerar el aprendizaje en la educación. Pues bien, uno de los indicadores con mayor influencia (1,26) consiste en las expectativas (cuanto más altas, mejor) de la docencia sobre el alumnado. Solo es superada por la estimación del propio alumnado acerca de sus posibilidades (self-reported grades: 1,33).
En consecuencia, nos compete desmontar los prejuicios de estudiantes y docentes, gracias a una cultura inclusiva, a la vez que diseñamos prácticas que promuevan la implicación de forma sostenida, y ofrezcan distintas opciones de representación, acción y expresión, con el propósito de desmontar barreras y facilitar el acceso de todo nuestro alumnado.
¿Se acomoda el ABP a las pautas del DUA?
Antonio Márquez y José Blas nos responden con prudencia:
“Es preciso señalar que estas metodologías por sí solas no van a generar situaciones de mayor participación y progreso en el alumnado que ocupa las aulas. Entiéndase que solo serán favorecedoras de la inclusión por el hecho de que, al tener un carácter más abierto y flexible, permiten que el docente pueda realizar los ajustes necesarios para que la inclusión ocurra” (Márquez y Blas, 2022: 113).
De acuerdo con ambos autores, el DUA proporciona un marco (de trabajo, no solo mental: framework, CAST) dentro del cual el ABP se convierta en un diseño inclusivo:
“Si elegimos trabajar desde una enseñanza basada en proyectos (mediante esta estrategia de enseñanza y aprendizaje que implica identificar el problema en situaciones complejas –basadas en la vida real– y guiar al alumnado en la búsqueda de sus posibles soluciones –conectando, por tanto, la realidad vital del alumnado y la escuela–) podremos recurrir a chequear los diferentes puntos de verificación para decidir cuáles pueden ser las estrategias (coherentes con dicha metodología) que nos hagan incorporar opciones o alternativas en cada una de sus fases de desarrollo” (id., 114).
Así pues, iremos revisando nuestra propuesta de diseño ABP en cada una de las fases de realización del proyecto, de manera que podamos verificar que hemos previsto formas de implicación que mantengan el compromiso del alumando durante todo el proyecto, a la vez que incorporamos una diversidad de alternativas para representar el "qué" del proyecto, sobre todo en la fase de investigación o preparación, y permitir alternativas para la acción y la expresión en cada tarea.