Idoneidad del ABP
En la nueva ley de educación se recomienda el uso de metodologías didácticas que den lugar a “situaciones de aprendizaje” (RD 17/2022, art. 2.f, Anexo III), “significativas y relevantes” (id., Anexo I), en las que el alumnado se implique de forma experiencial, emotiva y racional:
[...] deben estar compuestas por tareas complejas cuya resolución conlleve la construcción de nuevos aprendizajes. Con estas situaciones se busca ofrecer al alumnado la oportunidad de conectar y aplicar lo aprendido en contextos cercanos a la vida real. Así planteadas, las situaciones constituyen un componente que, alineado con los principios del Diseño universal para el aprendizaje, permite aprender a aprender y sentar las bases para el aprendizaje a lo largo de la vida, fomentando procesos pedagógicos flexibles y accesibles que se ajusten a las necesidades, las características y los diferentes ritmos de aprendizaje del alumnado (RD 17/2022, Anexo III).
Todas las circunstancias que se describen coinciden con los parámetros del ABP, comenzando por la llamada a contextualizar la educación. Se nos pide que tomemos en serio las experiencias del alumnado y sus marcos culturales: su acervo lingüístico, sus identidades múltiples (multiétnicas, interculturales), sus preocupaciones sociales, éticas y ecológicas, su diversidad de género y sexual; y, por supuesto, sus conocimientos previos en la educación formal.
Observa el diagrama circular de las situaciones de aprendizaje, según el curso de AVFP sobre la LOMLOE en 2022.
Como podrá comprobarse paso a paso en el bloque 2, el modelo de la Consejería de Desarrollo Educativo andaluza para describir gráficamente una situación de aprendizaje se asemeja al Canvas del Proyecto Mínimo Viable (PMV), que propuso en su momento Conecta13 para el curso ABP del INTEF.
El “centro de interés”
Coincide con la fase inicial en el diseño de cualquier proyecto. No obstante, se añade el consejo de que el primer paso para elegir su temática se dialogue con el alumnado como protagonista. No solo protagoniza su ejecución, sino que también influye en su concepción y puede modificar nuestro borrador de diseño.
Así pues, las “preguntas iniciales” del proyecto, para que signifiquen un auténtico desafío, deben negociarse con el alumnado. De otro modo no se podría hablar de una situación de aprendizaje; es decir, aprendizaje situado en contextos reales que interesan a sus agentes.
La “justificación”
Nos empuja a preocuparnos por las actitudes y los valores. Implica que cualquier proyecto asuma los principios de la educación y los objetivos de la etapa:
- se oriente a la consecución del perfil de salida de las enseñanzas básicas; en concreto, a uno o varios de los desafíos de nuestro tiempo: “el interés común, la sostenibilidad o la convivencia democrática” (RD 217/2022, Anexo III)
- promueva la mejora del desempeño de todas las competencias clave, de forma interrelacionada
- satisfaga los criterios de evaluación de una o varias competencias específicas en una o diversas materias, respectivamente
"Producto final"
La orientación hacia un “producto final” es la característica común de la especie que distingue al ABP en cualquiera de sus modalidades.
No basta con elegir una temática: problema, reto, narrativa que implique al alumnado y lo movilice, sino que necesitamos proponer una práctica:
- aprender haciendo,
- producir de forma colectiva y cooperativa,
- hasta presentar lo que hemos elaborado añadiendo valor de uso y conseguir un impacto público.
"Concreción curricular"
Una vez que hemos justificado los valores de nuestro proyecto, tenemos que describir su fundamento curricular:
- algún o algunos descriptores operativos de todas las competencias clave que debe movilizar en su conjunto cualquier proyecto, para "merecer su nombre": revisad el perfil de salida de las enseñanzas básicas (RD 217/2022, Anexo I) y lo comprobaréis
- criterios de evaluación de una competencia específica, si se trata de un proyecto a cargo de una sola materia (cf. RD 217/2022, Anexo II)
- criterios de varias competencias específicas, si se trata de un proyecto de equipo educativo (en un mismo nivel y curso) o un proyecto de centro
“Transposición didáctica”
- Recursos para una cultura inclusiva
- Agrupamientos para el aprendizaje cooperativo
- Desarrollo de la competencia digital como instrumento
- Secuencia de tareas ordenadas en fases, hasta un evento final de impacto público
Evaluación continua y formadora
Hay que procurar que incluya procedimientos para:
- la autoevaluación
- la coevaluación
- una heteroevaluación facilitadora e inclusiva, basada en una retroalimentación centrada en la tarea y, en concreto, sobre el proceso de elaboración del producto o de resolución del problema
- la evaluación del propio proyecto y de la actividad docente
Además de esta redefinición acorde con la LOMLOE, debemos asumir en primer plano dos condiciones para la mejora del diseño, que no costaban en el modelo original de Canvas ABP:
a) La diversidad del aula como recurso y b) en el marco DUA.
No basta con añadir dos casillas más. Ambas dimensiones requieren una explicación detallada en este curso y una reflexión particular durante el diseño de cualquier proyecto, que apenas hemos comenzado a hacer. Aun así, nos atrevemos a adelantaros nuestra versión de canvas para el ABP en el marco DUA, que describe una situación de aprendizaje.