1. Se recomienda: trabajo en equipo y aprendizaje cooperativo

Aunque cualquier juego puede abordarse de forma individual, recomendamos que el Breakout se realice en equipo.

Pero no de cualquier modo: en grupos heterogéneos y equilibrados, que contengan la diversidad real del aula; igual número de chicas y chicos, personas de distintos talentos y diversa funcionalidad.

Todavía mejor si se trabaja con equipos-base que se hayan entrenado previamente en el aprendizaje cooperativo para distribuir roles:

(persona) coordinadora: anima al compromiso de todas y todos y el cumplimiento de horarios, sin lo cual el grupo naufraga;
moderadora: distribuye el turno de palabra, modera los turnos demasiado largos e impulsa a que intervengan quienes se callan;
secretaria: toma nota de los acuerdos y de la diversidad de opiniones, además de procurar que se documenten las tareas realizadas;
investigadora: realiza las búsquedas de información con el fin de resolver problemas, desentrañar misterios y descifrar claves:
emisaria/mediadora: comparte información con los demás grupos, de forma organizada y cortés, porque se trata de un juego cooperativo;
portavoz: comparte de forma pública los acuerdos y participa como representante del grupo en el juego.

Todos los roles tienen que ser rotativos. De modo que en cada tarea se debe variar la distribución, con el fin de que todas las personas aprendan a ejercerlos en su turno.

Además, la tarea puede exigir que todos los miembros del grupo realicen el mismo rol: por ejemplo, el de investigadora para responder a una pregunta del juego.

Finalmente, los roles pueden combinarse para que no quede ninguno sin cubrir, dado que suele haber menos miembros que roles: por ejemplo, pueden coincidir los roles de (persona) coordinadora y moderadora.

Joaquín José Martínez. *Roles cooperativos* (CC BY-SA)

Consulta la rúbrica de evaluación: autoevaluación y coevaluación

Para saber cómo debes actuar en cada uno de los roles, evitar errores y mejorar tu desempeño:

pregunta a la persona docente
consulta la rúbrica: criterios (líneas) e indicadores (columnas).

Además de utilizarla como guía de acción, la usaremos para que te autoevalúes y coevalúes a tus compañeros/as de grupo al concluir la actividad.

2. Un portafolio de evaluación y aprendizaje: para todos y cada una

Seguramente usas un cuaderno en el que tomas notas de las clases.

Quizá hayas aprendido a crear un portafolio, que tiene muchas ventajas sobre el cuaderno, aunque se le parezca. Sirve para:

Documentar lo que habéis hecho tú y tu grupo: con pruebas documentales.
Evidenciar lo que has conseguido: con enlaces o con los productos mismos (artefactos digitales).
Narrar lo que has aprendido: si organizas los documentos y las evidencias siguiendo el guion/índice de la tarea.
Reflexionar sobre ese proceso de aprendizaje: con breves ensayos que se basan en hechos.

Se compone de: texto escrito, imágenes estáticas, vídeos o audios (podcast). A esa suma ordenada de componentes se llama texto multimodal.

Se recomienda usar un blog (Blogger, Wordpress) o una página web (Google Site, Weebly, Wix) para crear el portafolio digital. Lo importante es que cada tarea se documenta en una entrada nueva.

Para dar tus primeros pasos sigue este tutorial. El resultado podría parecerse a este ejemplo.

IES Hipatia, 2018.. *Portafolio de Ángela* (CC BY-SA)

Consulta la rúbrica

La evaluación de tu portafolio se basa en esta rúbrica. Tú mismo/a deberás autoevaluarte con arreglo a sus criterios e indicadores, así que léela antes de hacer cualquier tarea.