La influencia de la sociedad

Los hábitos alimentarios son comportamientos conscientes, colectivos y repetitivos, que conducen a las personas a seleccionar, consumir y utilizar determinados alimentos o dietas, en respuesta a unas influencias sociales y culturales.
La dieta de nuestros antepasados cazadores y recolectores consistía en la ingestión de alimentos crudos. Probablemente era una dieta variada, basada en los ciclos reproductores anuales de los animales y las plantas.
El descubrimiento del fuego modificó sustancialmente el comportamiento de los humanos primitivos. Los alimentos cocinados no solo eran más digestivos y apetitosos, sino también más higiénicos, ya que el calor destruye gran parte de las bacterias, virus y demás parásitos.
La etapa cazadora y recolectora dio paso a la ganadería y a la agricultura, tras un largo proceso de experimentación que permitió seleccionar numerosas especies de animales domesticados y de plantas cultivadas.
Con el paso del tiempo, las técnicas culinarias y el uso de condimentos evolucionaron, y en la actualidad, cocinar es un arte que convierte la necesidad de nutrirse en el placer de degustar los alimentos cocinados.
Ahora bien, los alimentos sometidos al calor suelen mejorar su digestibilidad, pero disminuyen su contenido nutritivo.