Al conjunto de alimentos que consumimos diariamente le llamamos dieta. Si bien es cierto que la mayoría de los alimentos nos proporcionan nutrientes en distintas proporciones, no por ello debemos concluir que todos deben consumirse en la misma cantidad y con la misma frecuencia.

Para que nuestra dieta sea saludable, es preciso que sea equilibrada, que nos proporcione nutrientes en la debida proporción.

Esa proporción ideal varía en función de la edad, el sexo, la actividad física que se desarrolle y el estado fisiológico del individuo. Se comprende fácilmente que la dieta de un recién nacido no debe ser igual que la de una persona mayor o la de una persona convaleciente de una enfermedad.

De acuerdo con las circunstancias de cada persona así será su dieta equilibrada o ideal. Lo que sí debemos tener en cuenta es que los alimentos que elegimos deben ser variados, frescos y equilibrados en cantidad y nutrientes. De lo contrario nuestra salud se vería perjudicada.