Los cambios que a lo largo de la historia se producen en las recomendaciones dietéticas, producen a menudo desconcierto en la población. No ha habido uniformidad acerca de las recomendaciones sobre el consumo o no de ciertos alimentos, a cómo distribuir las comidas a lo largo del día, etc.

A lo largo de la historia se han ido representado de distintas formas las recomendaciones en alimentación. Ya en el año 1991, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos publicó la primera pirámide, que luego fue reinterpretada por muchos otros países y adaptada a sus necesidades particulares.

En el año 2005 ese mismo departamento presentó "mi pirámide". Los estratos pasan de estar en posición horizontal a dividir la pirámide en cuñas verticales que representan los grupos de alimentación. Además, aparece una figura subiendo los escalones hacia el vértice superior, lo que subraya la importancia de la actividad física.

 Y en 2010 lanzó "Mi plato". Se trataba de una representación muy clara y muy sencilla de una comida actual en un plato.

En España, la Pirámide NAOS, elaborada por la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, representa de manera gráfica pautas sobre la frecuencia de consumo de los distintos tipos de alimentos que deben formar parte de una alimentación saludable y de la práctica de actividad física, combinándolas por vez primera en un mismo gráfico.

Se trata de una pirámide "distorsionada" para adquirir la silueta de un barco que avanza sobre el agua. Esta elección acerca el símbolo a la propuesta de dieta mediterránea.

La pirámide tradicional de la dieta mediterránea se ha adaptado al estilo de vida actual. Sitúa en la base los alimentos que deben sustentar la dieta, y relega a los estratos superiores, gráficamente más estrechos, aquellos que se deben consumir con moderación.