Desde que habitamos este planeta, nos hemos preguntado por el sentido de nuestra existencia, resumido en las populares preguntas:
- ¿Quiénes somos?
- ¿De dónde venimos?
- ¿A dónde vamos?
Para tratar de responder a los interrogantes que el estar vivos nos sugiere, echamos mano de la razón. Cuando queremos orientarnos en una ciudad desconocida, solemos utilizar un mapa, el móvil o indicaciones que pedimos a los viandantes; pues bien, para orientarnos en la vida utilizamos la razón, una especie de brújula intelectual que se ha mostrado efectiva cuando buscamos guía.
El problema surge cuando queremos aplicar la razón a nuestra peculiar situación en el tercer planeta del sistema solar...