Las oraciones subordinadas condicionales suelen ir introducidas por la conjunción "si", que sirve de unión entre la proposición principal (denominada apódosis) y la subordinada (o prótasis).
Fijaos en los tres tipos que distinguimos dependiendo de su significado:
1. Condicionales reales.
El cumplimiento de la condición implica la realización de lo expresado en la principal. El verbo de la prótasis debe ir siempre en indicativo:
Si me esfuerzo, conseguiré superar esta mala racha.
2. Condicionales potenciales.
La posibilidad de que algo se cumpla se realizará, si acaso, en el futuro. Observa que el verbo aparece en subjuntivo, que es el modo de la probabilidad, de la posibilidad (pretérito imperfecto).
Si me esforzara, conseguiría superar esta mala racha.
3. Condicionales irreales.
Lo expresado en la condición es imposible, con lo cual, nunca podrá llevarse a cabo aquello que se indica en la proposición principal (apódosis). La prótasis aparece en pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo; la apódosis, en condicional o en pluscuamperfecto de subjuntivo.
Si me hubiese esforzado, habría (o hubiera) conseguido superar esta mala racha.