4. Aplicación

6ª Sesión: Explicación del profesor sobre qué es la filosofía y sobre el origen de la filosofía en la Grecia del siglo VI a.n.e.

1. ¿Por qué en Grecia en el siglo VI a.n.e.?

En el siglo VI antes de nuestra era comienza en Grecia una forma diferente de ver el mundo, una forma nueva de enfrentarse a la realidad, analizándola, por primera vez en la historia de la humanidad, desde la razón y de una forma que podríamos comenzar a llamar científica.

Este comienzo surge con un gran número de pensadores que se conocen con el nombre general de Presocráticos. Es un nombre general que no pretende agruparlos en ningún tipo de escuela, ya que entre ellos hay más diferencias que similitudes.

Por supuesto, desde que existe el homo sapiens se ha preguntado por la realidad que le rodea. Somos seres enormemente curiosos e inevitablemente pensantes. Sin embargo, con el comienzo de la filosofía como disciplina, el hombre comienza a preguntar de una forma tan diferente que después ya no valdrán las respuestas que escapen a la lógica de la razón.

Pero, ¿por qué en Grecia y en el siglo VI a.n.e. en lugar de en otra época y/o lugar? Porque en ese momento y en ese lugar confluyen cuatro circunstancias de carácter geográfico-cultural, político, religioso y económico.

1.1. Circunstancia de tipo geográfico: colonias griegas en Asia Menor y la Magna Grecia → espíritu abierto y tolerante

Estas polis-colonias eran ciudades comerciales y por este motivo recibían visitantes de todos los lugares del mundo, con ellos traían sus diferentes culturas y formas de ver el mundo. Esto provocó un cambio radical en la forma de ver la propia cultura y acabó creando un espíritu abierto y tolerante en aquellas ciudades.

1.2. Circunstancia de tipo político: democracia ateniense

El sistema de gobierno era muy particular. Al tratarse de polis (ciudades-estado), se autogobernaban y eran independientes. La vida de todos los individuos estaba centrada en la vida en la ciudad (polis), por lo que, ante todo, estos griegos eran ciudadanos de su polis. Aunque en un primer momento gobernaban aristócratas que detentaban el poder económico y político, rápidamente se comenzó a gestar un sistema nuevo en Atenas: la democracia. Un sistema político democrático supone la apertura a nuevas formas de pensar y ver la realidad que nos rodea.

1.3. Circunstancia de tipo religioso: religión griega carente de libro sagrado, dogmas y sacerdocio estable

La religión griega no tenía un clero fuerte ni estable que preservase una ortodoxia fuerte y estable. Tampoco existía ningún libro sagrado, solamente los libros de Hesíodo y Homero. En general, los griegos le daban más importancia a las cuestiones prácticas del culto que a las creencias, con lo que había cierta libertad de interpretación. Al igual que con la organización en polis y la democracia, una religión abierta ofrece posibilidades evidentes de pensar de otras formas, de ver la realidad de otros modos, es decir, posibilita el surgimiento de la filosofía.

1.4. Circunstancia de tipo socio-económico: sociedad esclavista que proporciona ocio a los hombres libres

En las polis el trabajo físico y remunerado estaba considerado como algo negativo. Eso creó una sociedad de esclavos (que no eran maltratados, pero que propiciaron una sociedad de hombres libres con mucho tiempo libre para el ocio.

7ª Sesión: el origen de la Filosofía en Grecia el Siglo VI a.n.e.

2.1. Mito (explicación mitológica): Homero y Hesíodo. Definición de mito. Ejemplo de mito (la tormenta de Zeus)

La cultura griega antigua, al igual que otras civilizaciones y culturas, se asentaba en los mitos (narraciones que se transmitían oralmente de unas personas a otras, generación tras generación), siendo Homero y Hesíodo las figuras clave, los educadores del pueblo griego.

Los mitos consistían en complejas narraciones y doctrinas sobre los dioses y los hombres. A través de estas historias ofrecían respuestas a las preguntas derivadas de los interrogantes del ser humano acerca de la naturaleza y el destino del ser humano, acerca del origen y las normas de la sociedad, acerca del surgimiento y estructura del cosmos.

Sin embargo, en el siglo VI antes de nuestra era, debido a las circunstancias que vimos en el apartado anterior, algunas de las mentes más despiertas comenzaron a buscar una explicación racionalmente justificada. La explicación mítica comenzó a parecer insuficiente, la forma en la que los mitos explicaban la realidad no resultaba satisfactoria. El recurso a los dioses (elementos externos a la propia naturaleza-mundo) para explicar la realidad y lo que en ella ocurre llegó a su límite en torno al 585 antes de nuestra era, fecha en la que Tales de Mileto entra en escena para poner en marcha el pensamiento racional.

Antes de adentrarnos en la filosofía de estos primeros “filósofos” veamos las características de la explicación mitológica:

EXPLICACIÓN TOTAL - Este tipo de explicación de la realidad no pretende explicar solo un ámbito de la realidad (la sociedad, la economía, la biología o la meteorología…) pretende explicar todo lo que existe, la totalidad de lo real.

FUERZAS DE LA NATURALEZA CONCEBIDAS COMO DIOSES - fuerzas y fenómenos naturales como la lluvia, el trueno, la primavera o la simple salida y puesta del sol, son concebidos o bien directamente como dioses o como producidos directamente por los dioses. Así, hay un dios del viento (Eolo), dios del mar (Poseidón) el dios del Sol (Helios). [MITO DE PERSÉFONE]

TODO DEPENDE DE LA VOLUNTAD CAPRICHOSA DE LOS DIOSES -Ya hemos visto que los mitos lo explicaban todo y que lo hacían a partir de las figuras de los dioses. Pues, además, esas figuras divinas actúan de forma arbitraria. Es decir, sus actos no tienen una regularidad o un orden. Así pues, son impredecibles. Al no depender de causas naturales ordenadas ni reguladas, no hay forma de saber cuándo van a ocurrir las cosas. Por ejemplo, un eclipse se produce porque a los dioses les viene en gana, no por una razón intrínseca ni siguiendo un patrón. No hay leyes en los fenómenos, razón por la cual no es posible el conocimiento de la naturaleza ni, por tanto, el control sobre ella. No podemos predecir cuándo va a llover porque depende del capricho de una voluntad divina.

IMPORTANCIA DEL DESTINO (MOIRA) - En el plano humano, el destino ocupa un lugar especial en la explicación mítica. TODO lo que ocurre en el ámbito humano se debe a una fuerza primera que ha establecido ya de antemano lo que va a pasar. Por tanto, el hombre no es dueño de su destino, sino que sus acciones llevan ineludiblemente al mismo resultado. [MITO DE EDIPO]

Este tipo de explicación mitológica de la realidad empieza a mostrarse insuficiente a los ojos de algunos pensadores griegos, los primeros filósofos, que necesitaban un tipo de explicación que no parta del mito sino del logos. Estamos ante el nacimiento de la explicación racional o, dicho de otra manera, la filosofía y la ciencia occidentales están dando sus primeros pasos.

DUA (comprensión): Podcast 1. Nacimiento de la Filosofía

Podcast 1 Nacimiento de la Filosofía

8ª Sesión: Filosofía Presocrática

2.2. Logos (explicación racional): Definición. Proceso gradual y relativo

En primer lugar, es necesario aclarar que cuando se habla del nacimiento de la Filosofía, hemos de entender Filosofía como conocimiento. Desde su aparición en el siglo VI a.n.e. hasta la Revolución científica del siglo XVII decir Filosofía equivale a decir conocimiento racional, estando incluida en ella lo que hoy denominamos ciencia.

También conviene dejar claro que el paso del mito al logos (o milagro griego, como se suele denominar) requiere de un largo proceso gradual que poco a poco va dejando atrás las creencias más arcaicas relativas a los mitos y el mundo fantástico que crearon, entre otros, Hesíodo y Homero.

Las principales características de la explicación racional, en oposición a la explicación mitológica son las siguientes:

DE LA ARBITRARIEDAD DIVINA A LA NECESIDAD NATURAL. Las cosas no ocurren por capricho de los dioses sino que pasan cuándo y cómo tienen que suceder. La naturaleza responde a leyes, así que los fenómenos ocurren siempre bajo las mismas circunstancias. En el ejemplo del eclipse, ocurrirá cuando se den ciertas condiciones muy concretas, al igual que la lluvia es un fenómeno natural que necesita de unas circunstancias concretas para ocurrir, de tal modo que siempre que se den esas circunstancias, lloverá y, siempre que llueva, es porque se han dado esas circunstancias.

TODO SE PUEDE EXPLICAR RACIONALMENTE. Los primeros filósofos se sentían insatisfechos con las explicaciones que recibían del mito, pero en algo coinciden. Ambas explicaciones intentan ser totales, es decir, intentan explicar la realidad en su totalidad. La gran diferencia está en la racionalización de esta explicación. Los elementos imaginativos y fantásticos son sustituidos por argumentos, pruebas y, en definitiva, por explicaciones que dependen de la razón y no echan mano de recursos externos a la propia naturaleza (argumento deus ex machina).

CONOCER ES EXPLICAR RACIONALMENTE PARA PREDECIR. De las características anteriores se desprende claramente que para conocer la naturaleza tenemos que explicarla desde ella misma y racionalmente (sin recurrir a divinidades). Además, ya desde el primer momento en que aparece esta forma de ver el mundo, el hombre está obsesionado con la capacidad de predecir que le otorga la comprensión racional de la naturaleza. Mientras que con los mitos, los fenómenos eran incontrolables y dependían de la arbitrariedad de los dioses, al explicar la naturaleza en términos racionales el hombre puede predecir lo que va a ocurrir y sólo así podrá anticiparse, por ejemplo, a la tormenta e intentar poner a salvo sus cosechas y sus ganados.

2.3. Las coordenadas intelectuales de la explicación racional: Physis y Arché

Physis, término del que deriva Física en castellano, sin embargo, su traducción más ajustada sería naturaleza, pues la palabra physis es el sustantivo del verbo phyo, que significa nacer, brotar. La physis sería, pues, lo que brota, lo que nace, lo que surge, engendra y se engendra. Las dos características principales de la physis serían que se trata del conjunto de seres que forman todo el universo y que es el proceso por el que surge, brota y se desarrolla todo lo existente en el universo.

Arché, término griego que significa principio, fundamento, comienzo, y que fue utilizado por los primeros filósofos para referirse al elemento primordial del que está compuesta y/o del que deriva toda la Naturaleza (physis), principio que explicaría la realidad. De este modo, los primeros filósofos pensaban que:

• Todo procede del Arché.

• Las cosas surgen, por evolución de dicho Arché.

• El arché es un principio racional, que puede ser conocido.

• El arché es la materia primigenia y preexistente a las cosas.

• El Arché no perece, ni se destruye nunca.

En definitiva, cuando se preguntan por el arché de la physis, los filósofos buscan el principio, al menos, en tres sentidos:

• Origen: aquello a partir de lo que se generan todos los seres del universo.

• Esencia: aquello en que consisten los seres del universo.

• Causa: aquello capaz de explicar todas las transformaciones del universo.

Vídeo Los Filósofos Presocráticos 1:

Vídeo Los Filósofos Presocráticos 2:

DUA (comprensión): Podcast Capítulo 2. Los Presocráticos

Podcast 2. Los Presocráticos

9ª SESIÓN: Tarea 3 y 4

Duración:: ver Classroom
Agrupamiento:: Individual

Tarea 3: Definiciones de Filosofía

Elige una de las siguientes definiciones de filosofía y justifica tu elección por escrito.

La filosofía es una actividad que con discursos y razonamientos procura la vida feliz (Epicuro).
La palabra filosofía parece ser un rótulo más o menos cómodo donde archivar todo aquello que no cabe en ningún sitio más (Ferrater Mora).
Filosofar es examinar y construir criterios (Epicteto)
Aun cuando la filosofía es incapaz de darnos respuesta a los problemas que nos plantea, es capaz de sugerirnos diversas posibilidades que amplían nuestros conocimientos y nos liberan de la tiranía del consumo (B. Russell).
En filosofía hay que desconfiar tanto de aquello que no cree entender a la primera como de lo que no hay manera de entender (Voltaire).
La filosofía es la lucha contra la fascinación de las formas de expresión (Wittgenstein).
Los filósofos se han dedicado a interpretar el mundo; ahora se trata de cambiarlo (Marx).
La filosofía responde a la necesidad de formarnos una concepción unitaria y total del mundo y de la vida (Unamuno).
Burlarse de la filosofía es ya filosofar (Pascal).

Tarea 4: Reflexión personal sobre el siguiente texto

Circula por Internet una anécdota cuyo relato se atribuye a Sir Ernest Rutherford, padre de la física nuclear y Premio Nobel de Química en 1908. La anécdota cuenta lo siguiente:

“Hace algún tiempo recibí la llamada de un colega. Estaba a punto de poner un cero a un estudiante por la respuesta que había dado en un examen de física, pese a que él afirmaba con rotundidad que su respuesta era absolutamente acertada. Profesores y estudiantes acordaron pedir arbitraje de alguien imparcial y fui elegido yo.

La pregunta del examen era: “Demuestre cómo es posible determinar la altura de un edificio con la ayuda de un barómetro”. La respuesta del estudiante fue la siguiente: “Lleve el barómetro a la azotea del edificio y átele una cuerda muy larga. Descuélguelo hasta la base del edificio; marque y mida. La longitud de la cuerda es igual a la altura del edificio”.

Realmente el estudiante había planteado un serio problema con la resolución del ejercicio porque había respondido a la pregunta correcta y completamente. Por otro lado, si se le concedía la máxima puntuación, podría alterar el promedio de su año de estudios, obtener una nota más alta y así certificar su alto nivel en física; pero la respuesta no confirmaba que el estudiante tuviera ese nivel. Sugerí que se le diera al alumno otra oportunidad. Le concedí seis minutos para que me respondiera la misma pregunta, pero esta vez con la advertencia de que en la respuesta debía demostrar sus conocimientos de física.

Habían pasado cinco minutos y el estudiante no había escrito nada. Le pregunté si deseaba marcharse, pero me contestó que tenía muchas respuestas al problema; su dificultad era elegir la mejor de todas. Me excusé por interrumpirle y le rogué que continuara. En el minuto que le quedaba escribió la siguiente respuesta: coja el barómetro y láncelo al suelo desde la azotea del edificio, y mida el tiempo de caída con un cronómetro. Después, aplique la formula: altura = 0,5 x la gravedad x el tiempo², y así obtendrá la altura del edificio. En este punto le pregunté a mi colega si el estudiante se podía retirar. Le dio la nota más alta.

Tras abandonar el despacho, me reencontré con el estudiante y le pedí que me contar sus otras respuestas a la pregunta.

-Bueno, hay muchas maneras. Por ejemplo, coges el barómetro en un día soleado y mides la altura del barómetro y la longitud de su sombra. Si medimos a continuación la longitud de la sombra del edificio y aplicamos una simple proporción, obtendremos también la altura del edificio.

-Perfecto. ¿Y de otra manera?

-Sí. Este es un procedimiento muy básico para medir un edificio, pero también sirve. En este método, coges el barómetro y te sitúas en las escaleras del edificio en la planta baja. Según subes las escaleras, vas marcando la altura del barómetro y cuentas el número de marcas hasta la azotea. Multiplicas al final la altura del barómetro por el número de marcas que has hecho, y ya tienes la altura.

-Ése es un método muy directo.

-Por supuesto. Si lo que quiere es un procedimiento más sofisticado, puede atar el barómetro a una cuerda y moverlo como si fuera un péndulo. Si consideramos que cuando el barómetro está a la altura de la azotea, la gravedad es cero, y si tenemos en cuenta la medida de la aceleración de la gravedad al descender el barómetro en trayectoria circular al pasar por la perpendicular del edificio, de la diferencia de estos valores, y aplicando una sencilla fórmula trigonométrica, podríamos calcular, sin duda, la altura del edificio. En este mismo estilo de sistema, atas el barómetro a una cuerda y lo descuelgas desde la azotea a la calle. Usándolo como un péndulo, puedes calcular la altura midiendo su período de oscilación. En fin -concluyó-, existen otras muchas maneras. Probablemente, la mejor sea coger el barómetro y golpear con él la puerta de la casa del conserje, y cuando abra, decirle: “Señor conserje, aquí tengo un bonito barómetro. Si usted me dice la altura de este edificio, se lo regalo”.

En este momento de la conversación, le pregunté si no conocía la respuesta convencional al problema. Dijo que la conocía, pero que durante sus estudios, sus profesores habían intentado enseñarle a pensar. La respuesta convencional al problema es que la diferencia de presión marcada por un barómetro en dos puntos diferentes nos proporciona la diferencia de altura entre estos puntos”.

Aquel estudiante afortunado, a quien sus profesores habían enseñado no sólo física, sino también a pensar, se llamaba Niels Bohr, físico danés, quien se basaría en las teorías de Rutherford para publicar su modelo atómico en 1913. Introdujo la teoría de las órbitas cuánticas y obtuvo el premio Nóbel de Física en 1922