Olivos Cuadro de Van Goghen Wikimedia Commons Dominio público

 

[...] un ecuador de colores, de luces, de sonidos; un canto religioso a todas las fuerzas secretas de la Naturaleza, con las que aspiraba a fundirse su espíritu panteísta. Puede decirse de sus poemas que son sinfonías donde la palabra adquiere un valor cromático y musical, y esto, que le fue censurado por determinados críticos, es precisamente lo que le distingue de los poetas que le precedieron, lo que destaca su personalidad y le señala como el precursor y evangelista del modernismo.

Salvador Rueda marca en nuestra lírica un momento de transición, viniendo a enriquecerla con nuevos ritmos y formas, y preparando el camino a los innovadores que recogerá la bandera desplegada por el poeta malagueño y harán de su lema —música y color— el principal motivo de su poesía [...].

Crónica, 9 de abril de 1933, pág. 5.