Los primeros pobladores
Desde la Prehistoria comenzó a manifestarse el papel de puente que tradicionalmente ha jugado la Península Ibérica por su posición estratégica entre el Mediterráneo y el Atlántico, entre Europa y África.
El primer poblamiento peninsular por el género homo perteneció al Paleolítico Inferior (1,4 millones de años hasta 180.000 a.C.), concretamente nos referimos al descubrimiento del Hombre de Orce de Venta Micena, en Granada (1,4 millones de años), descubierto por el arqueólogo Josep Gibert.

En el yacimiento de la Gran Dolina y de la Sima de los Huesos, en Atapuerca (Burgos), Arsuaga y su equipo de arqueólogos hallaron los restos del homo heidelbergensis, con el conocido cráneo llamado el “Miguelón”, datado hacia 300.000 a.C.. Estos restos óseos se encontraron junto con el bifaz llamado “Escalibur”.

El homo sapiens del Paleolítico Superior fue el autor las pinturas rupestres denominadas “cuevas santuario” de la zona franco-cántabra, como los sorprendentes bisontes de Altamira, los caballos de Tito Bustillo o los ciervos monocromos de La Pasiega.
