A María le aconsejan que si quiere descubrir la intensidad y dramatismo de las epopeyas heroicas debe acudir a los textos originales y así lee la siguiente escena de la Ilíada, en la que Héctor habla con su esposa Andrómaca antes de entrar en el combate que le llevará a la muerte.
[...] ¡Desdichado! Tu furia te perderá. Ni siquiera te apiadas
de tu tierno niño ni de mí, infortunada, que pronto viuda
de ti quedaré. Pues pronto te matarán los aqueos,
atacándote todos a la vez. Y para mí mejor sería,
si te pierdo, sumergirme bajo la tierra. Pues ya no
habrá otro consuelo, cuando cumpla tu hado,
sino sólo sufrimientos. [...]
Ea, compadécete ahora y quédate aquí, sobre la torre.
No dejes a tu niño huérfano, ni viuda a tu mujer. [...]
Le dijo, a su vez, el alto Héctor, de tremolante penacho:
"También a mí me preocupa todo eso, mujer; pero tremenda
vergüenza me dan los troyanos y troyanas, de rozagantes mantos,
si como un cobarde trato de escabullirme lejos del combate.
También me lo impide el ánimo, pues he aprendido a ser valiente
en todo momento y a luchar entre los primeros troyanos,
Mas no me importa tanto el dolor de los troyanos en el futuro
ni el de la propia Hécuba ni el del soberano Príamo
ni el de mis hermanos, que, muchos y valerosos,
puede que caigan en el polvo bajo los enemigos,
como el tuyo, cuando uno de los aqueos, de broncíneas túnicas,
te lleve envuelta en lágrimas y te prive del día de la libertad [...].
(VI, 407 ss).
HOMERO. Ilíada. Biblioteca Clásica Gredos. Madrid. 1991.
Traducción, prólogo y notas de Emilio Crespo Gúemes.
Busca información acerca del argumento de la Ilíada. ¿Cuáles son las principales preocupaciones de cada uno de los personajes que aparecen en este fragmento? ¿En qué sentido podemos calificar a Héctor de héroe? ¿Encuentras en el texto algún epíteto épico?