En química, los átomos son las unidades básicas y suelen conservar sus propiedades originales en cada reacción. Ni se destruyen ni se crean nuevas tan sólo se organizan de forma diferente creando distintos enlaces entre unos y otros.
Los átomos se agrupan dando lugar a moléculas y otro tipo de materiales. Los enlaces que se crean en las reacciones químicas tienen una determinada composición que hace que se diferencien los diferentes elementos químicos. Estos elementos son los que aparecen en la tabla periódica.
Cada uno de estos elementos tiene un número de protones en el núcleo de un átomo. Este número se conoce como número atómico y se representa con la letra Z. Todos los átomos que tengan el mismo número de protones pertenecen al mismo elemento y comparten las mismas características químicas, a pesar de que sean elementos químicos diferentes entre si.
Por otro lado, encontramos el número másico, que se representa con la letra A. Este número hace referencia a la cantidad de nucleones que existen en un átomo.
Otro de los átomos que podemos encontrarnos, y del que más conocimiento disponemos, son los isótopos. Se trata de átomos que poseen el mismo número de protones, pero diferente cantidad de neutrones. Tienen las mismas propiedades químicas, aunque se diferencian en sus características físicas unos de otros.
Como hemos apuntamos anteriormente, los isótopos son muy relevantes. Y es que son esenciales para la energía nuclear ya que el enriquecimiento de uranio pasa por convertir un isótopo de uranio en otro con una estructura química más inestable que nos permite generar reacciones en cadena.