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Gestionemos nuestra cultura inclusiva

Fortalezas y oportunidades

El sacrificio no nos hace más fuertes

Puedo ser una persona muy capaz, personaje multipremiado, docente con experiencia o gente joven bien formada, segura de mis capacidades y dispuesta al sacrificio. Si no participamos del esfuerzo común por alentar una cultura inclusiva, acabaremos tan quemados como el arroz en el fondo de la paella. Es más, la disposición al sacrificio se convierte en un índice de vulnerabilidad, cuando un contexto de rivalidades y conflictos tiende a fabricar chivos expiatorios.

¿Qué hacer, pues, en esta última fase de la gestión del proyecto? ¿Colar el PMV en la maleta de la directora? 

Fortalezas profesionales en nuestro centro

Hay varias alternativas a favor de una cultura inclusiva en el centro, en el barrio o el municipio y en los medios sociales.

Podemos establecer redes de coordinación y alianzas que nos fortalezcan en tanto que agentes educativos profesionales: 

  • el departamento de Orientación, con quien se consultan los recursos en nuestro entorno a favor de la inclusión o en relación con nuestro proyecto
  • el equipo educativo, a quienes podremos implicar si les hacemos una propuesta con suficiente antelación
  • departamentos pedagógicos (por ejemplo, la coordinación TDE) o académicos, que se felicitarán por mejorar los resultados de nuestro alumnado
  • dirección con liderazgo pedagógico que se haga cargo de la propuesta; o, de otro modo, con la eficacia gerencial para hacerla viable

Oportunidades sociales en nuestro entorno

Podemos encontrar oportunidades de colaboración con otras agencias educativas, más allá de nuestro centro, con las que compartamos el compromiso con los desafíos sociales y ecológicos que aumentarán la relevancia del proyecto a ojos del alumnado:

En concreto, debería sorprendernos que las universidades (departamentos, institutos, spin-off) promuevan proyectos de investigación-acción o de divulgación científica (antes llamada "extensión universitaria") , que contemplan la colaboración con las enseñanzas primaria, secundaria o media-superior: Fundación Descubre, IEAL, Conecta13, Communiars, CivienciaNdatiaku y un largo etcétera.

Recuerda: no estamos hablando de adoctrinar a la infancia, sino de convertir sus derechos en capacidades reales (Cf. Blanchard, coord., 2014), lo cual solo es posible a través de una socialización rica (Fernando Trujillo - Conecta 13, 2021).

Refuerza la cultura inclusiva de tu centro

En buena medida, a lo largo del diseño del proyecto (bloques 1 a 3), hemos ido asumiendo e incorporando algunas de esas fortalezas y oportunidades. De otro modo, el impulso genésico del proyecto puede facilitar la creación de capacidades y vínculos, cuando sea necesario reforzar la cultura inclusiva de nuestro centro educativo:

  • formar un grupo de trabajo en colaboración con el CEP de tu comarca (cf. la extensa lista del CEP de Málaga): 
    • alrededor de un proyecto interdisciplinar sobre un desafío de nuestro tiempo
    • sobre el ABP en el marco DUA, tal como se propone en este curso
  • participar en la red de IES que organizan el programa Jóvenes con Investigadores, como también eTwinning o Erasmus+, Agrupaciones de Centros, proyecto EDIA, El Barco del Exilio, etc.
  • establecer un convenio para colaborar con una asociación o fundación que facilite el diseño de un proyecto y aporte personal cualificado para hacer realidad la docencia compartida, como es el caso de ACPP en el área metropolitana de Sevilla

Hasta donde nos dé la vida. Pero nunca como llaneros solitarios, ni al margen de las redes profesionales, con el fin de no quemarnos en el intento; o, mejor dicho, para que podamos arder sin quemarnos.