APRENDE
El diálogo
Los diálogos sirven para enseñar cómo son los personajes —charlatanes, tímidos, educados, groseros, etc.—, cómo se comportan, y más. Si los escribimos bien, el lector se olvidará de que son personas inventadas y tendrá la sensación de que tienen vida propia. Además, los diálogos aportan ritmo a las historias y agilizan la lectura.
¿Te has dado cuenta de que el diálogo es el único momento en el que el tiempo real tiene la misma duración que el tiempo que transcurre en la historia? ¡En cambio, cuando lees una descripción, por ejemplo, el tiempo real puede ser más rápido o lento que el tiempo de la historia!
Como el diálogo llama mucho la atención, vale la pena utilizarlo solo en los momentos más importantes de la historia.
Si tuvieras que escribir un diálogo entre dos personajes, ¿a cuáles de los anteriores escogerías? ¡Inténtalo!
Para escribir este diálogo...
- Elige a los personajes.
- Piensa qué conversación podrían mantener: ¿Qué podría decir una astronauta a un cantante? ¿O un campesino a una médica?
Si no se te ocurre nada, piensa en algo inesperado. ¿Qué decisión absurda podría comunicar un policía a un niño pequeño? ¿O un cantante a una bombera?
- Imagina cómo reaccionaría el segundo personaje y escribe su respuesta. ¡Sigue repitiendo el proceso!
Los personajes
¿Cómo podemos explicar cómo son los personajes de una narración? ¿Diciendo cosas o mostrándolas?
Cuando escribimos una historia, tenemos dos formas de contarla:
- Diciendo las cosas. Por ejemplo, podemos decir: «Ramón era un niño muy travieso.» ¿Te imaginas cómo es Ramón? ¿Qué hace para ser travieso? Si solo decimos que Ramón es travieso, el lector no sabrá por qué lo es.
- Mostrándolas. Por ejemplo, si decimos: «A Ramón le encanta hacer barro y tirárselo a sus hermanitos para hacerlos enfadar.» Ahora, ¿te puedes imaginar cómo es Ramón? ¿Te parece que es un niño travieso? Cuando mostramos a Ramón haciendo travesuras, estamos ayudando al lector a imaginárselo haciendo ciertas cosas.
Características de un personaje:
- Educado
- Amable
- Despistado
- Aseado
- Generoso
¡Inténtalo!
Para decir y mostrar cómo es un personaje...
- Elige una de las características anteriores e intenta recordar una situación en la que alguien hizo algo y tú pensaste:
«Mira que eres de... (despistado, educado, generoso...)» - Piensa que no puedes decir la característica que hayas elegido, ni tampoco ninguna variante. Por ejemplo, si has elegido educado, no puedes decir, «respondió educadamente».
- Describe la situación con todos los detalles posibles, para que el lector pueda llegar a la conclusión de que esa persona es tal y como la has descrito.
¿Crees que, si se lo lees a alguien, adivinará de qué característica hablas?