La literatura no sólo se limita a reflejar el mundo interior o subjetivo del individuo, sino también la realidad social, política, económica... en la que este se encuentra. La literatura, como todas las artes, es una forma de expresión con la que cuenta una sociedad, es una parte muy importante de su cultura e historia. De hecho, la relación entre la literatura y la sociedad representa un área de interés también para los estudiosos de las ciencias sociales. El escritor está condicionado por la sociedad en la que vive y sus influencias son recíprocas. Por ello la literatura puede ser historiada como un fenómeno que sucede en el tiempo y se relaciona con otros fenómenos artísticos (hablamos de "Historia de la Literatura"). También existe la Sociología de la Literatura, que busca establecer conclusiones que parten de la consideración de la literatura como realidad, fenómeno o institución social, en tanto que relaciona las obras literarias y sus creadores, la sociedad y el momento histórico en que nacen y la orientación política que las inspira. En ninguna época es posible apreciar con mayor claridad esta relación entre la literatura y la sociedad como en el Realismo, ya que los escritores pertenecientes a este movimiento no buscaron centrarse en sí mismos, sino que pusieron su interés en la sociedad que los rodeaba, observando y describiendo los problemas sociales. El género preferido para ello fue la novela, con un estilo sencillo, sobrio y preciso, en el que adquirió relevancia la reproducción del habla coloquial, especialmente en los diálogos, es decir, adoptando los niveles de lenguaje adecuados a los personajes, que representaban todos los estratos sociales. La novela realista refleja el mundo burgués y lo hace de forma objetiva, pero sin eludir una clara intención crítica. Frente a la huida protagonizada por los románticos, el escritor realista intenta exponer los conflictos sociales con una decidida voluntad de análisis y, si es posible, encontrar una solución. De esta manera, el hombre es abordado en su dimensión social, sin que sea posible tratarlo como héroe aislado de su contexto. |
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4.1. El Realismo. La novela realista en la Europa continental
4.1.1. Literatura y sociedad. Evolución de los temas y técnicas narrativas del Realismo. El renacimiento del cuento
Estas son algunas de las características más importantes de la narrativa realista:
- Narrador omnisciente: el narrador lo sabe todo acerca de sus personajes -su pasado, sus pensamientos...- y utiliza la tercera persona para desplegar un amplio abanico de acciones y descripciones que le proporciona al lector todos los detalles necesarios.
- Personajes cercanos, corrientes e incluso vulgares. El narrador suele detenerse en hacer su retrato, que aúna las características físicas (prosopografía) con los rasgos de carácter (etopeya).
- Estilo sencillo: el narrador tiende a poner su estilo al servicio de la narración, que es lo más importante. El lenguaje se adapta a la condición social de los personajes.
- Verosimilitud: las historias narradas deben ser creíbles para el lector, excluyendo la intervención de lo maravilloso y lo sobrenatural. Se aprecia la influencia del positivismo, que era una corriente de pensamiento que tenía como postulados fundamentales la observación y la experimentación.
- Contemporaneidad: la acción se sitúa con preferencia en la época contemporánea al lector, que puede leer así la novela como un documento social de actualidad.
- Conflicto individuo/sociedad: a menudo, las novelas realistas recurren al tema del enfrentamiento entre el individuo y la sociedad, que suele saldarse con el fracaso de aquel.
Para saber más
V.P. Mohn: Ilustración del cuento |
El XIX es el gran siglo del cuento. Basta con recordar que, en la primera mitad, algunos escritores como los hermanos Grimm en Alemania recogen por escrito narraciones populares de transmisión oral: Caperucita, Pulgarcito, La Cenicienta …
En este enlace encontrarás información interesante sobre este subgénero narrativo y los principales autores del siglo XIX que lo cultivaron.