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LOS OJOS VERDES

LEEMOS

Bécquer encontró inspiración en Soria para escribir esta leyenda: en la fuente de los Álamos vivía un espíritu de ojos verdes que castigaba a quien enturbiara el agua. Durante una cacería, Fernando, un noble, cruza la fuente a caballo. Desde entonces la visita, porque alcanzó a ver en la fuente unos ojos verdes y luego, una mujer sobre las rocas.

 

LOS OJOS VERDES                       

Gustavo Adolfo Bécquer (adaptación)

—Fernando —dijo la hermosa con una voz que parecía música—, yo te amo más aún que tú a mí. Yo, que desciendo hasta un mortal siendo un espíritu. No soy una mujer como las que existen en la tierra. Yo vivo en el fondo de estas aguas, incorpórea como ellas, fugaz y transparente: hablo con sus rumores y ondulo con sus pliegues. Yo no castigo al que turba el agua de esta fuente, antes lo premio con mi amor, como a unmortal superior a las supersticiones, como a un amante capaz de comprender mi cariño extraño y misterioso.

Mientras ella hablaba, el joven, atraído como por una Fuerza desconocida, se aproximaba más y más al borde de la roca. La mujer de los ojos verdes, prosiguió:

—¿Ves el límpido fondo de ese lago? ¿Ves esas plantas de largas y verdes hojas que se agitan en su fondo?... Entre ellas viviremos y yo…        te daré esa felicidad que has soñado en 'tus horas de delirio y que no puede ofrecerte         Ven, ven…, ven.

La noche empezaba a extender sus sombras; la luna brillaba en la superficie del lago; la niebla se arremolinaba al soplo del aire, y los ojos verdes brillaban en la oscuridad. «Ven,ven», estas palabras zumbaban en los oídos de Fernando como un conjuro. y la mujer misteriosa lo llamaba al borde del abismo donde estaba suspendida, y parecía ofrecerle un beso...

Fernando de Argensola dio un paso hacia ella., y sintió unos brazos delgados y flexibles que se liaban a su cuello, y una sensación fría en sus labios, un beso de y vaciló..., y perdió pie y cayó al agua con un rumor sordo y lúgubre.

Las aguas saltaron en chispas de luz, y se cerraron sobre su cuerpo, y sus círculos de plata fueron ensanchándose, ensanchándose, hasta expirar en sus orillas.

LEYENDA

Lee en este pdf la leyenda completa.

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